La médico peruana Liliana Hurtado colaboró este fin de semana en un festival benéfico en Lima, Perú, a favor de las Misioneras de la Caridad, exhibiendo sus pinturas, que reflejan diversos aspectos de la espiritualidad de la Madre Teresa de Calcuta. 

Esta singular obra pictórica formó parte de la feria benéfica organizada por la embajada de la India a favor de la casa hogar que estas religiosas sostienen en la capital peruana, donde atienden a personas necesitadas desde el año 1973.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

El festival, celebrado en el Parque Kennedy, contó con numerosos atractivos culturales, como muestras de danzas indias y peruanas, la posibilidad de disfrutar de la variedad culinaria de ambas naciones, así como de la exposición de joyas, ropa y accesorios. 

Entre el escenario instalado y la parroquia de La Virgen Milagrosa, los asistentes pudieron admirar numerosos cuadros de la doctora Liliana Hurtado, quien lleva muchos años colaborando con las Misioneras de la Caridad. Su vínculo con estas religiosas es cercano, ya que el conocido Hogar de la Paz se encuentra a unos 500 metros del Hospital Nacional Dos de Mayo, donde ella trabaja. 

En conversación con ACI Prensa, Hurtado explicó: “la primera vez que la pinté, yo no sabía quién era la Madre Teresa”. Tomó una foto de la religiosa de origen albano, recortada de un almanaque que colgaba en la pared de la casa de su suegra.

“Esa noche, era como la una de la mañana, fui al sitio donde pinto y comencé. Era un 18 de mayo de 1998”. Al ser consultada cómo recuerda con tanta exactitud esa fecha, no dudó: “Me cambió la vida. A partir de ese momento, ya no he podido dejar de pintar”. 

Son casi tres décadas dedicadas a pintar retratos de la santa fundadora, quien entregó su vida al servicio de los más pobres entre los pobres en Calcuta. Rara vez ha vendido sus obras, ya que su propósito no es comercial, sino compartir y difundir la espiritualidad de la Madre Teresa. Por ello, sus cuadros suelen ser donados o exhibidos sin ánimo de lucro, como en este festival.

“Por eso, cada cuadro siempre va con un pensamiento de ella, porque yo entiendo que la obra, sola de por sí, no dice nada. Pero la palabra de ella es muy potente, se hace fuerte, tiene un mensaje y la gente se conmueve”, explica.

En una de sus exposiciones pasadas, recuerda la reacción de una señora, que le confesó: “He venido odiando a mi cuñada porque me ha hecho mucho daño. Pero salgo de aquí perdonando”.

Liliana Hurtado agradece a Dios estas situaciones, “porque eso justifica todo el esfuerzo que hago”.