La Catedral Basílica del Santísimo Salvador, en la Diócesis de Jujuy, ubicada en el norte argentino, debió ser cerrada por precaución tras ocurrir un desmoronamiento parcial de su estructura.
El incidente sucedió en la madrugada del 14 de marzo, a causa de las lluvias y debido al estado de deterioro del templo, que es monumento histórico nacional.
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La porción de pared que se desmoronó es la que da al patio perteneciente al museo. Las paredes del templo, que data del siglo XVI, aún contienen adobe.
Lo ocurrido exigió el cierre preventivo tanto de la catedral como del museo lindante, mientras se realizan tareas de apuntalamiento que permitan garantizar la seguridad de los fieles.
Después de las reparaciones iniciales, los especialistas revisarán el techo y las paredes para determinar si el riesgo es mayor, y qué medidas tomar en adelante.
Hasta tanto se resuelva esta situación, las celebraciones se realizarán en los horarios habituales en la capilla del Colegio del Huerto.
Historia de la Catedral del Santísimo Salvador
El primer edificio de la catedral fue erigido en 1593, año de fundación de la ciudad de San Salvador de Jujuy, a pedido de su fundador, Francisco de Argañaraz.
Entre 1606 y 1612 fue construída una segunda iglesia, que en 1631 se derrumbó debido a las lluvias.
El templo actual fue levantado entre 1761 y 1765, con su púlpito hecho de ñandubay y cedro, obra característica del arte colonial español, exponente del barroco.
Entre finales del siglo XIX y principios del XX se modificaron partes del templo, aunque sus muros de casi 1,80 metros de espesor se conservan desde el período virreinal, al igual que el púlpito y un confesionario. Otras modificaciones se llevaron a cabo a principios de este siglo, como el cielorraso, el altar mayor y una pilastra revestida en mármol.
En su pared sur se ubica una capilla para la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, donde se guarda el Santísimo Sacramento.
También el exterior del templo sufrió modificaciones a comienzos del siglo XX, que alteraron la apariencia de la catedral tanto en el cuerpo como en la fachada y la torre de oro. En esa época se añadió un atrio lateral hacia la calle Belgrano.
Fue en esta catedral que el P. Juan Ignacio Gorriti, vicario general del ejército, bendijo el 25 de mayo de 1812 la Bandera Argentina, creada por Belgrano.
El templo alberga en su interior importantes obras de arte de la escuela cuzqueña, y una imagen del Cristo Yacente atribuida al escultor español Martínez Montañés.
Fue declarado Monumento Histórico Nacional por Decreto Nº 1347 del 16 de mayo de 1931, y elevado a catedral en 1935, cuando se instituyó el Obispado de Jujuy.