Rocco Butligione, el intelectual católico amigo personal del Papa Juan Pablo II, recientemente designado como candidato por Italia para formar parte como juez de la Corte Europea, ha sido rechazado por el Comité de Libertades Civiles de la misma Unión a raíz de su posición sobre la homosexualidad.
Actualmente Ministro de asuntos internos y un conocido católico vinculado al movimiento “Comunión y Liberación”, Buttiglione dijo abiertamente a un comité de confirmación la semana pasada que él consideraba la práctica homosexual como pecado; y señaló que, aunque distingue entre los dictados de su fe y las normas civiles, no legislaría en contra de sus principios de fe.
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Su posición desató la furia de los sectores de izquierda y liberales de la UE, quienes llevaron el caso ante el Comité de Libertades Civiles, donde la candidatura de Buttilgione fue cuestionada por 27 contra 26 votos.
El nuevo Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, deberá presentar oficialmente a los miembros de la Corte Europea el 1 de noviembre, y aunque la decisión del Comité de Libertades Civiles no lo obliga a rechazar a Buttiglione, sí lo pone en situación de tener que reconsiderar su nombramiento.
El Comité de Libertades Civiles solamente puede aprobar o rechazar en bloque los nombramientos propuestos por Barroso; pero la tendencia dominante en el Comité quiere presionar para que Buttiglione sea eliminado del equipo.
Sin embargo, el Primer Ministro italiano Silvio Berlusconi contraatacó defendiendo el nombramiento de Buttiglione, y señaló que la inusual votación del Comité de Libertades Civiles es “una mala movida” del organismo que “está poniendo a prueba los límites de su poder”.
En comentarios que serán publicados este martes en el diario “Il Foglio”, Berlusconi afirma que “la sola idea de disputar la libertad de conciencia y de opinión de un comisionado de fe católica, que ha incluido la distinción entre moralidad y ley, huele a fundamentalismo, si es que no a oscurantismo”.