Ángel Román Idígoras, sacerdote español de la Diócesis de Alcalá de Henares ha sido designado por el Papa Francisco como nuevo Obispo de la Diócesis de Albacete (España), cuya sede estaba vacante desde hace casi un año, tras la renuncia de Mons. Ángel Fernández.
El nuevo prelado, que recibirá la ordenación episcopal el próximo 3 de mayo en la Catedral de San Juan Bautista de Albacete, ha expresado cómo el nombramiento le ha cogido por sorpresa, durante una comparecencia pública.
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“Lo primero de todo, compartir con vosotros la sorpresa de mi nombramiento. No he oído rumores ni nada. De repente me llegó la noticia”, señaló al inicio de su alocución, en la que confesó no sentirse preparado para la tarea encomendada.
“No estoy preparado, estoy muy acomodado en mi ajetreada vida, aquí controlo y lo que me proponen es un descoloque total. No me sé mover en esos ambientes, yo soy más de andar por casa”, expresó con sencillez.
Pese a estas reticencias, el nuevo Obispo de Albacete encontró en determinados pasajes de la Escritura el aliento para aceptar la nueva llamada y decir: “Estoy desbordado, pero alegre en el Señor. Porque confío realmente en Aquel de quien me he fiado”.
Tanto es así que su lema episcopal será Gaudete in domino, [alegraos en el Señor]: “Esa alegría en el Señor es la que quiero vivir y contagiar en todo momento. No recibo la misión como un reconocimiento de nada, sino como un servicio y un regalo inmerecido de la plenitud del Orden Sacerdotal. Por esta razón doy gracias al Papa Francisco, por su generosidad, y su confianza”, añadió.
A pesar de la confianza para vivir con alegría como pastor, el sacerdote no ha dejado de compartir el desgarro que supone abandonar la Diócesis de Alcalá de Henares después de 30 años.
“El sentimiento es el de ser arrancado de raíz. Pero como siempre digo, y siempre es duro cuando toca vivirlo, el dolor es la otra cara del amor verdadero. Ahí está la entrega por amor del Señor en la cruz”, señaló.
Sin embargo, expresó que afronta su nueva etapa como ardor evangélico: “Pero, ¡vive Dios!, que me voy apasionado, sabiendo que me voy a sumar a mi vida, mi nueva tierra y mis nuevas gentes”.
Al conocer la noticia de su nombramiento, Mons. Román reinterpretó sus tres décadas de sacerdote “como vida en Nazaret”, donde el Señor le ha ido preparando para la nueva tarea.
“Me pongo en manos de la única María, pero bajo las advocaciones de la Soledad, el Rosario, el Val y los Llanos. Y no le pido nada en concreto. Porque ella, como en las bodas de Caná, está pendiente de todo. Sabe cómo cuidarnos y lo que tiene que pedir a su hijo en cada momento”, concluyó.
Nacido en Madrid en 1968, ingresó como seminarista menor en 1984 y fue ordenado en 1994. Licenciado en Magisterio y Sociología, es Bachiller en Teología por la Universidad San Dámaso de Madrid.
Además de párroco, en la Diócesis de Alcalá de Henares ha servido como capellán del Centro Penitenciario de Estremera, director del secretariado diocesano para los Movimientos de Acción Católica y responsable adjunto sinodal para la fase diocesana del Sínodo sobre la Sinodalidad, entre otros cargos.
La Diócesis de Albacete fue erigida en 1949 y es sufragánea de la Archidiócesis de Toledo, primada de España. Según datos de la Conferencia Episcopal Española, tiene encomendadas 388.000 almas.
La labor pastoral se desarrolla a través de 195 parroquias, cuenta con 145 sacerdotes diocesanos, de los cuales 66 están jubilados, y once presbíteros pertenecientes a institutos religiosos. Con ellos colaboran 13 diáconos permanentes y tiene 4 seminaristas mayores.