Más de 50 fieles de la Hermandad del Rocío de Jaén (España) han peregrinado a Roma para participar en el Jubileo de la Esperanza y celebrar los 150 años de la Compañía de la Cruz, congregación fundada por Santa Ángela de la Cruz. 

El domingo 2 de marzo, fecha en la que se conmemora a esta santa, los peregrinos jienenses participaron en una emotiva Misa en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat en Roma. La Eucaristía estuvo dedicada a esta santa y a la devoción de la Virgen del Rocío, una de las más arraigadas en España.

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Desde la ciudad del sur de España, las familias peregrinaron a la Ciudad Eterna con el Simpecado Verde de Almonte, un estandarte que representa a la Virgen del Rocío, y que se colocó durante la Misa en la Capilla de la Anunciación, junto a un retrato Santa Ángela de la Cruz. 

Tras la ceremonia, los peregrinos entonaron la Salve Rociera, el himno emblemático de la Romería del Rocío. El P. Pedro Montesinos, capellán de la Hermandad y párroco de San Juan de la Cruz en Andújar, compartió con ACI Prensa el significado de esta experiencia: “Ha sido un reencuentro con uno mismo y un fortalecimiento de nuestra fe”.

Simpecado verde de Almonte. Crédito: ACI Prensa
Simpecado verde de Almonte. Crédito: ACI Prensa

El sacerdote subrayó que el Jubileo es una oportunidad “para darnos cuenta de que somos hijos de la esperanza, que no se encuentra en nuestras fuerzas o nuestras posibilidades, sino en el amor que Dios nos tiene”.

“Sintiéndonos llamados por este amor, caminamos en medio de las dificultades de la vida y de todas las cosas que podemos sentir en el corazón. Si somos hijos de la esperanza, nuestra meta no está en nosotros, sino que en el amor que Dios nos tiene y en estar junto a Él”, destacó.

Para el P. Montesinos, esta peregrinación es  “un guiño que la Virgen hace a cada uno de nosotros para decirnos que no estamos solos y para alentarnos en el camino de esperanza que estamos siguiendo”. 

Durante su estancia en Roma, los peregrinos lamentaron la ausencia del Papa Francisco, que se encuentra hospitalizado desde hace 18 días por una neumonía bilateral.

El Pontífice tenía previsto saludar a la Hermandad, pero su estado de salud le impidió hacerlo. Aún así, el P. Montesinos destacó que, incluso en la enfermedad, el Papa Francisco sigue siendo un testimonio de la esperanza: “Es un aliento más para la esperanza. Él mismo nos lo dice: sigue confiando en el Señor en este momento doloroso de su vida y de su existencia terrenal”.

Finalmente, el sacerdote pidió rezar por el Santo Padre, para que “nunca le falte la fortaleza de Dios en estos momentos y ojalá tenga una pronta recuperación y pueda seguir pastoreando a la grey que estamos aquí peregrinando en esta tierra bendita”, concluyó.