El tiempo parece haberse detenido en el Vaticano. Desde que el Papa Francisco fue ingresado, el mundo entero ha vuelto su mirada hacia el hospital Gemelli de Roma, que en los últimos días parece haberse convertido en un santuario. 

A Roma continúan llegando personas de diferentes países para vivir el Jubileo de la Esperanza y el hospital en el que se encuentra el Papa Francisco se ha transformado en un alto en el camino y en una parada esencial de su peregrinación.

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Cientos de fieles con sus propias historias se detienen a rezar cada día a los pies de la imagen de San Juan Pablo II. Su mirada se eleva al cielo y, con especial devoción, hacia la última planta del hospital, donde el Pontífice continúa recuperándose.

“No es sólo un hospital. Es como estar en una Audiencia General con el Papa”

El sacerdote pasionista Enzo del Brocco reza con devoción ante la imagen del Papa santo por su madre, que este sábado será sometida a una cirugía. “Saber que está en el mismo hospital donde está el Papa Francisco es algo que te conmueve. Él siempre dice que el pastor debe tener el olor de sus ovejas, y creo que ahora lo tiene de manera especial con quienes están aquí”, señala emocionado.

El P. Enzo del Brocco en el Gemelli. Crédito: Almudena Martínez-Bordiú/ACI Prensa
El P. Enzo del Brocco en el Gemelli. Crédito: Almudena Martínez-Bordiú/ACI Prensa

“Si mi madre pudiera, seguro que intentaría pasar por seguridad para verlo. ¡Seguro que lo haría! Está muy feliz. Es increíble, porque ha estado rezando por él”, cuenta a ACI Prensa mientras esboza una sonrisa.

El sacerdote de Pittsburgh (Estados Unidos) destaca lo especial que es este lugar para él. “No es sólo un hospital. Es un espacio donde el sufrimiento se entrelaza con la esperanza, y las personas encuentran mucho consuelo”.

“Muchas personas que han estado rezando aquí me dicen lo mismo, sienten como si estuvieran en la Audiencia General con el Papa, incluso cuando él no puede hablarles. Y creo que eso es lo más hermoso”. 

Destaca que el Papa Francisco es también un ser humano, “y reconocer eso es muy importante. Él mismo nos lo ha mostrado constantemente. Creo que verdaderamente somos cristianos, verdaderos seguidores de Cristo, cuando nos volvemos más humanos”, agrega.

Luigi es un señor romano que desde hace un año frecuenta el hospital. Su mujer padece cáncer y ha sido intervenida en numerosas ocasiones, incluso le han tenido que reconstruir un ojo. La última operación, explica a ACI Prensa desde la entrada al hospital, duró 20 horas. 

“Mi mujer hoy se sentía agradecida porque sabe que desde arriba hay alguien que la protege”, expresa emocionado. Ahora, además de ofrecer Misas y rezar cada día por su mujer, lo hace también por el Papa Francisco, “un hombre humilde con mucha humanidad”.

“Él siempre ha estado allí para nosotros, ahora es el momento de estar aquí para él”

La Hermana Mary Jane ha viajado hasta Roma desde Stockton, California (Estados Unidos) con motivo del Jubileo de la Esperanza. Como una parada más dentro de su peregrinación, ha llegado hasta el Gemelli junto a otras mujeres de la parroquia de San Lucas para mostrar su cercanía al Santo Padre. 

"Él siempre ha estado allí para nosotros, así que ahora es el momento de estar aquí para él". Crédito: Almudena Martínez-Bordiú/ ACI Prensa
"Él siempre ha estado allí para nosotros, así que ahora es el momento de estar aquí para él". Crédito: Almudena Martínez-Bordiú/ ACI Prensa

“Creo que lo más importante que podemos hacer por el Papa es mostrar cuánto nos importa y cuánto lo amamos como nuestra figura paterna, rezar por él y mostrarle que nos importa, es lo mínimo que podemos hacer. Él siempre ha estado allí para nosotros, así que ahora es el momento de estar aquí para él, rezar por él, amarlo y cuidarlo”, señala.

Las peregrinas recuerdan que Jesús es el “sanador supremo” y destacan que la oración “fortalece, no solo físicamente, sino espiritualmente. Creo que ahí es donde el Papa también recibe fuerzas”.

Mónica y Zoltan, de Bucarest, tras rezar por el Papa a los pies de San Juan Pablo II. Crédito: Almudena Martínez-Bordiú/ ACI Prensa
Mónica y Zoltan, de Bucarest, tras rezar por el Papa a los pies de San Juan Pablo II. Crédito: Almudena Martínez-Bordiú/ ACI Prensa

Tras rezar en silencio antes las velas encendidas con el rostro del Papa Francisco, Mónica y Zoltan retoman su vuelta en tren hasta el centro de Roma. Han viajado desde Bucarest (Rumanía) para recordar su viaje de novios, hace ya 18 años, a la Ciudad Eterna. 

La parada en el hospital Gemelli era indispensable para ellos. “Es importante rezar por su situación, aunque siempre hay que rezar, ante cualquier situación”, remarca Zoltan.

Ambos recuerdan con cariño el Viaje Apostólico del Santo Padre a su país en 2019 y ahora desean expresarle a él esa misma cercanía. “Rezamos cada día, pero solo Dios sabe lo que es mejor para él”.