La Archidiócesis de Burgos ha presentado un juego de “escape room” que se desarrolla en una reproducción virtual de su catedral, y que pretende servir de herramienta para dar a conocer de forma accesible el templo y su patrimonio espiritual, histórico y artístico.

El juego, titulado “El secreto de la catedral”, parte del hecho histórico de la llegada de las tropas invasoras de Napoleón a Burgos en 1813 y la supuesta intención del emperador francés de guardar en un lugar del templo un importante documento secreto. 

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La misión del jugador es localizar el documento secreto y escapar de la catedral antes de que suenen las 12 campanadas del Papamoscas, un artilugio autómata instalado en el templo cuyo origen se remonta al siglo XVI. 

Así, mediante un paseo virtual por la catedral, la recolección de objetos y pistas y descifrando enigmas, el jugador, en su rol de investigador, va avanzando en el juego, que tiene un tiempo límite de hora y media de duración.

Una vez recopilada toda la información, el jugador tendrá que poner en juego toda su inteligencia para descubrir una combinación que abra la puerta de Santa María para salir del templo y culminar la misión. 

El Cabildo de la Catedral de Burgos ha anunciado que obsequiará con una visita turística para dos personas a los cinco primeros finalistas del juego.

La Catedral Basílica Metropolitana de Burgos inició su construcción en 1221 por orden del Rey Fernando III de Castilla y alberga elementos arquitectónicos del Gótico, el Renacimiento y el Barroco. Desde 1984 es reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

Además de numerosos elementos arquitectónicos y decorativos devocionales, la Catedral acoge la tumba de Rodrigo Díaz de Vivar —El Cid Campeador— y su esposa, Doña Jimena.