El sacerdote polaco Grzegorz Dymek, de 58 años, fue hallado muerto en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima en Kłobuck (Polonia) el pasado 13 de febrero. El autor, un expolicía, ha confesado los hechos aunque sin precisar los motivos que le llevaron a cometer el crimen.

Alrededor de las 19:00 de la tarde (hora local), los vecinos avisaron a las autoridades tras escuchar unos gritos que procedían de esta parroquia situada al sur de Polonia. Al llegar a la casa rectoral, la Policía encontró el cuerpo sin vida del P. Grzegorz Dymek y pudo arrestar a un hombre que intentaba huir. 

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El detenido, un antiguo agente de 52 años, confesó haber estrangulado al sacerdote, aunque sin explicar las razones. Según informó la Agencia Fides, la principal hipótesis apunta a que se trataba de un robo, ya que el sacerdote había anunciado en sus recientes homilías que la parroquia había recaudado cerca de 20.000 euros para acciones solidarias. 

El P. Dymek ejercía su ministerio en la parroquia Nuestra Señora de Fátima desde su fundación en 1998. Desde hace 27 años, el presbítero se ha dedicado a construir la iglesia y ejercer su labor pastoral en esta comunidad. 

El Arzobispo Metropolitano de Częstochowa, Mons. Wacław Depo, invitó a los fieles a afrontar lo ocurrido con esperanza cristiana, al tiempo que informó que “la Fiscalía sigue investigando las circunstancias del asesinato y el móvil del crimen, con la esperanza de esclarecer pronto los hechos”.

“Mientras tanto, pido a todos que recen por el alma del sacerdote fallecido y por la comunidad parroquial, que ha quedado huérfana de su pastor. Oremos también por el autor del crimen, para que Dios le conceda la gracia de la conversión”, señaló el prelado en un comunicado. 

El funeral del P. Grzegorz Dymek se celebró el pasado viernes 21 de febrero en la misma parroquia que fundó y sus restos mortales fueron sepultados en el cementerio local.