Por Victoria Cardiel
Desde que el pasado viernes el Papa Francisco fue ingresado en el Hospital Policlínico Gemelli, decenas de personas se han acercado cada día a rezar hasta la pequeña capilla “Juan Pablo II” situada en el segundo piso.
El franciscano Nunzio Currao, uno de los capellanes del centro hospitalario, celebra la Misa diaria a la 1:00 p.m. (hora local) y rara vez se ausenta. En la mañana del jueves 20 de febrero, con el tiempo justo y a punto de asistir a la celebración, dejó un mensaje claro sobre la salud del Pontífice.
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“Que el Señor guarde al Papa Francisco y le fortalezca en su ministerio, para que pueda, cuando llegue el momento adecuado, seguir guiando a la Iglesia con su sabiduría y su amor”, declaró a ACI Prensa.
La plaza, ubicada bajo la ventana del apartamento donde el Santo Padre recibe tratamiento con antibióticos para combatir la neumonía bilateral que lo aqueja, se ha transformado en un improvisado altar, atrayendo a decenas de personas que desean expresarle su cariño.
Muchas personas rezan el Ángelus allí cada día. Emanuela es una de ellas. Acompaña a su anciana madre del brazo y, sin dar más detalles, aseguró a ACI Prensa que desea “mostrarle así su apoyo”. Con profunda devoción, se refirió al difícil momento que atraviesa el Papa: “Rezo por su pronta recuperación para que pueda regresar pronto al Vaticano”.
Detrás de ella se alza la imponente estatua de San Juan Pablo II, erigida frente al hospital en recuerdo de su paso por este lugar. El Papa polaco fue el primer pontífice en utilizar el apartamento papal del Policlínico. De hecho, lo llamaba el “Vaticano número tres”, aludiendo a que era su tercera residencia después del Palacio Apostólico y la residencia estival de Castel Gandolfo.
El Hospital Gemelli, a unos 20 minutos en coche del Vaticano, es considerado por muchos romanos una “auténtica ciudad” por su enorme tamaño y sus más de 5.000 trabajadores. Entre ellos está Claudio, quien atiende con una sonrisa en la cafetería y, tras dos décadas en el centro, conoce su dinámica a la perfección.
La anécdota de Claudio sobre el postre favorito del Papa: panna cotta
En declaraciones a ACI Prensa, Claudio recordó que, durante la última hospitalización del Papa Francisco en el Gemelli, el chef del centro “le cocinaba personalmente”.
Según cuenta, el postre favorito del Santo Padre es la panna cotta, un dulce típico de la región italiana del Piamonte, elaborado con crema de leche, azúcar, queso crema y gelificantes, generalmente adornado con mermeladas de frutas rojas.
“Se la preparaba con todo el cariño, especialmente para él”, aseguró.
Buen humor incluso en los momentos difíciles
Quienes conocen bien al papa Francisco saben que posee un humor chispeante. Por eso, no sorprende que siga mostrando su simpatía incluso en estos momentos difíciles, mientras continúa ingresado en el Policlínico Gemelli con un diagnóstico de neumonía bilateral, detectada por los médicos el martes por la tarde, que se sumó a la bronquitis asmática que ya padecía.
A pesar de la enfermedad, el miércoles tuvo ánimo para recibir su primera visita oficial. A las 3:10 p.m. (hora local), la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, entró en su habitación de la décima planta del hospital. La reunión duró 20 minutos.
Tras el encuentro, Meloni declaró: “Estoy muy contenta de haberle encontrado atento y receptivo”.
En una nota institucional publicada por el Palacio Chigi, sede del Gobierno italiano, adelantó que “como siempre, estuvimos bromeando”. “El Papa no ha perdido su proverbial sentido del humor”, añadió.
Victoria Cardiel es periodista especializada en temas de información social y religiosa. Desde el 2013, ha cubierto toda la actualidad del Vaticano para diversos medios, como la agencia de noticias española Europa Press, o el semanario de la Archidiócesis de Madrid, Alfa y Omega.
