El martes por la tarde el presidente Donald Trump frustró a los activistas provida al firmar una orden ejecutiva que ordena al Consejo de Política Interior de Estados Unidos examinar formas para reducir los costos de la fertilización in vitro (FIV) y ampliar el acceso al procedimiento.

“He estado diciendo que vamos a hacer lo que tenemos que hacer”, dijo Trump en una conferencia de prensa después de firmar la orden. “Creo que las mujeres y las familias [y] los esposos lo agradecen mucho”, añadió.

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La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo en una publicación en X que el documento ordena “recomendaciones de directivas políticas para proteger el acceso a la FIV y reducir agresivamente los costos de bolsillo y del plan de salud para dichos tratamientos”.

La orden ejecutiva instruye al consejo a proporcionar al presidente una lista de recomendaciones de políticas dentro de los próximos 90 días.

La medida de ampliar el acceso a la FIV y reducir sus costos cumple una de las promesas de campaña de Trump, pero lo pone en desacuerdo con muchos miembros de la comunidad provida que se oponen a este proceso que ha destruido millones de vidas embrionarias humanas.

La FIV es un tratamiento de fertilidad al que se opone la Iglesia Católica. En este los médicos fusionan espermas y óvulos para crear embriones humanos que son implantados en el útero de la madre, lo que se desvía del proceso procreativo natural.

Además, para maximizar la eficiencia, los médicos crean embriones humanos excedentes y destruyen rutinariamente los embriones no deseados.

“Solo el 7% de los embriones humanos creados mediante FIV darán como resultado un nacimiento vivo”, dijo la presidenta de Live Action, Lila Rose, en una publicación en X después del anuncio de la Casa Blanca.

“El 93% de estas vidas se congelan indefinidamente, se pierden o se abortan”, agregó. “Más de 1.000.000 de embriones están congelados en los Estados Unidos. La FIV no es provida”, expresó.

La presidenta de Students for Life of America, Kristan Hawkins, en una publicación en X, instó a Trump a “detenerse y estudiar la industria de la FIV, que es inquietante porque se aprovecha de familias desesperadas, mata a seres humanos en la etapa embrionaria y promueve la eugenesia”.

Edward Feser, filósofo católico y profesor del Pasadena City College, dijo en una serie de publicaciones en X que “no debería haber financiación alguna para ello, y ningún partidario de Trump que no se resista vigorosamente a una medida de este tipo puede afirmar que es genuinamente provida”.

“Católicos y otros provida: pregúntense qué dirían y harían si un demócrata hubiera hecho esto”, escribió Feser. “Si no dirán ni harán lo mismo cuando Trump lo haga, entonces son hipócritas cuya lealtad a su partido ha triunfado sobre la lealtad a su religión y a la ley natural”, señaló.

Muchos legisladores republicanos apoyaron agresivamente la FIV en febrero de 2024 después de que un fallo de la Corte Suprema de Alabama para proteger ciertos derechos legales de los embriones humanos provocara una reacción pública.

En marzo de 2024, la gobernadora de Alabama, la republicana Kay Ivey, firmó una ley que otorgaba inmunidad a las clínicas de FIV cuando provocaban la muerte de embriones humanos.

Después de firmar el proyecto de ley, la gobernadora afirmó que la FIV es “provida” y ayuda a construir una “cultura de la vida”, sin mencionar la cantidad de embriones humanos destruidos durante el proceso.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.