El Obispo de Barbastro-Monzón, Mons. Ángel Pérez Pueyo, afirmó en una reciente entrevista en la que aborda el conflicto sobre Torreciudad que “ninguna institución, por numerosa, relevante o significativa que sea, puede usurpar la devoción popular”, en alusión al Opus Dei.

El Obispado y la Prelatura mantienen una disputa por Torreciudad, el lugar en el que el Opus Dei, por impulso de su fundador, San Josémaría Escrivá, construyó un complejo en el que se custodia una imagen medieval de la Virgen María y se ha convertido desde 1975 en un importante centro de peregrinaciones en España.

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Desde el año 2020, ambas instituciones han chocado sobre la forma jurídica de reconfigurar el emplazamiento, lo que llevó a públicos desencuentros en el año 2023. 

En septiembre de 2024, ante la aparente imposibilidad de lograr un acuerdo, Mons. Pérez Pueyo elevó la cuestión al Vaticano. En el mes de octubre, el Papa Francisco designó a Mons. Alejandro Arellano Cedillo como Comisario Pontificio.

La revista de alcance comarcal Somos Litera, correspondiente al mes de febrero de 2025, recoge una entrevista radiofónica realizada con el prelado en la que aseguró que “llevamos cuatro años con este tema y sobre todo en silencio”. 

“Nosotros lo único que hemos pretendido es regularizar Torreciudad canónica, jurídica y pastoralmente. Porque canónicamente era un oratorio, y sin embargo aparece a ojos de todos como un santuario. Hay que actualizar con unos nuevos estatutos esa situación”, señaló el prelado. 

En la conversación publicada, Mons. Pérez Pueyo reiteró que “por nuestro lado siempre hemos tendido la mano. Pero ¿qué ha ocurrido? Que cuando no hay argumentos…”, aseveró en alusión al Opus Dei.

Preguntado por el futuro y la actuación del comisario pontificio designado por el Papa Francisco, Mons. Pérez Pueyo aseguró: 

“Me gustará saber en qué queda todo este asunto, porque a lo mejor es lo mismo que planteábamos nosotros. Pero que quede clara una cosa; ninguna institución, por numerosa, relevante o significativa que sea, puede usurpar la devoción popular de un pueblo”, argumentó.

¿Por qué no se puede casar un cura?

En otro orden de cosas, y preguntado por lo que menos le gusta de su sacerdocio, Mons. Pérez Pueyo respondió que “ser funcionario o clericalista”, para a continuación preguntarse por la imposibilidad de que un sacerdote católico de rito romano pueda casarse:

“¿Por qué no se puede casar un cura? Porque así está establecido por una normativa canónica. Pero en otro momento podría ser de otra forma. Un padre y una madre son la expresión más nítida del amor trinitario de Dios”.

Respecto del balance de sus casi 10 años como obispo, Mons. Ángel Pérez Pueyo señaló que, al llegar, contaba con 80 sacerdotes: “Hemos enterrado a 40; de los otros 40 que nos quedan, 20 están enfermos o en residencias”. 

Más allá del exiguo clero secular, el prelado añadió que “la Iglesia no son solo los sacerdotes, porque cuando hemos incorporado a los laicos, a los religiosos y hemos trabajado coordinadamente, el resultado es motivo para que numerosas diócesis de España –que están igual o peor que nosotros- nos estén preguntando cómo lo estamos haciendo”.