En el centro de la Ciudad de México se ha desarrollado recientemente una devoción especial para aquellos que buscan amor, bondad y paz: la imagen del “Cristo del Amor”. Esta figura sagrada se distingue de la celebración de San Valentín, ofreciendo un significado más profundo y espiritual en tiempos donde el amor es visto, en gran medida, desde una perspectiva meramente comercial.

La imagen, conocida como Señor del Amor, Cristo Joven o Cristo del Amor, se encuentra en la parroquia de Jesús María, un antiguo convento cuya construcción comenzó en 1597 y cuyo templo fue consagrado en 1621. 

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Según el sitio web del Gobierno de la Ciudad de México, este lugar acogía a “mujeres que carecían de una dote suficiente para contraer un matrimonio provechoso”.

Crédito: EWTN Noticias
Crédito: EWTN Noticias

Aunque se desconoce el origen exacto de la devoción, la revista Desde la Fe, de la Arquidiócesis Primada de México relata que el P. Miguel Ángel Soto mandó a elaborar una escultura de Jesús en su etapa adolescente “con la finalidad de terminar un poco con la mercadotecnia del 14 de febrero, el día que se celebra al amor y la amistad”.

Se señala que esta imagen, única en la Arquidiócesis de México, representa el amor que el Padre y el Espíritu Santo ofrecen cada día a través de Jesús, y no solo en una fecha específica. Sin embargo, cada 14 de febrero, día de San Valentín, devotos de distintas partes del país acuden a la parroquia para participar en la Eucaristía en su honor.

Dios en el centro de la relación de pareja

El P. Refugio Yescas Altamirano, actual párroco de Jesús María, destacó la importancia de poner al amor en el centro de las relaciones de pareja, recordando que Dios creó al ser humano por amor y que “fuimos creados para eso y para eso estamos llamados”.

En entrevista con ACI Prensa, explicó que “sólo amando podemos perdonar, sólo amando podemos servir, solo amando podemos sacrificarnos. Y ese es el amor divino, el sacrificio, el perdón y el servicio que Cristo manifiesta ahí en la cruz”.

Imagen del “Cristo del Amor”. Crédito: EWTN Noticias
Imagen del “Cristo del Amor”. Crédito: EWTN Noticias

Asimismo, subrayó que la experiencia de pareja es “fundamental para una plena realización como persona, porque esa es la esencia de todo ser humano”.

El sacerdote resaltó que, con la ayuda de Cristo, las parejas pueden ayudarse mutuamente: “Para levantar, para emerger, para ayudar, para dar la vida, ponerse en los zapatos del otro, precisamente para cuando uno cae, el otro lo levante”. 

Según el P. Yescas, esta experiencia refleja las características del don del amor divino, que fortalece a cada ser humano con su gracia.