Mons. Silvano M. Tomasi, Observador permanente de la Santa Sede en la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra, advirtió durante la 55 sesión del Comité Ejecutivo del Programa del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) que los derechos de los refugiados han quedado en el papel.
“Los derechos reconocidos a los refugiados en las herramientas nacionales –dijo el Arzobispo- demasiado a menudo son solo palabras. En muchos países no se permite a los refugiados que trabajen, un derecho fundamental con el que se gana el sustento”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Mons. Tomasi destacó que un gran número de refugiados “depende de raciones alimenticias” y otros tantos “ven sus movimientos limitados habitualmente a los alrededores del campo en que residen, a menudo situados en regiones periféricas”.
“La capacidad institucional de la comunidad internacional para que los refugiados disfruten de sus derechos parece insuficiente”, dijo el Arzobispo; y señaló que “garantizar a los refugiados sus derechos les ayudará a la hora de transformarse en ‘sujetos del desarrollo’, incluso en el país de acogida”.
Sobre la cuestión de la repatriación voluntaria, el Nuncio insistió en que “la diferencia entre una repatriación voluntaria satisfactoria y una insatisfactoria estriba en cómo vuelven las personas a su país de origen: si lo hacen en condiciones de seguridad y dignidad, el tipo de garantías de las que se benefician y qué actividades de seguimiento están en marcha”.
la comunidad internacional puede y debe