Nikas Safronov es una de las figuras más prominentes del arte ruso contemporáneo, conocido en todo el mundo, entre otras cosas, por los más de 50 retratos de jefes de Estado y de Gobierno que ha realizado a lo largo de su carrera.
El lunes por la mañana el artista ruso fue recibido por el Papa Francisco en la Casa Santa Marta, acompañado por su hijo Luka Safronov, pianista ruso y profesor en el Conservatorio de Suiza. También estuvieron presentes el embajador ruso, Ivan Soltanovsky, y un funcionario que hizo de intérprete.
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Durante el encuentro, el artista entregó al Pontífice una pintura de la basílica de San José de Flores de Buenos Aires, inaugurada el 18 de febrero de 1883, según confirmó a ACI Prensa el entorno de Safronov.

Se trata de una iglesia muy especial para el Santo Padre. Allí a los 17 años, el joven Jorge Mario Bergoglio decidió consagrar su vida a Dios y entrar en el seminario.
La obra permaneció en la Estación Espacial Internacional desde marzo hasta finales de septiembre de 2022 y dio más de 3000 vueltas alrededor de la Tierra.
Hasta el momento, la Oficina de Prensa del Vaticano no ha proporcionado más detalles sobre el encuentro, que se produce pocos días antes del Jubileo de los Artistas, programado del domingo 16 al martes 18 de febrero de 2025.
En todo caso, este no es el primer encuentro entre Safronov con un Papa. A principios del siglo XXI, el artista ruso se reunió con san Juan Pablo II.
Su carrera creativa comenzó en 1978, cuando se organizó su primera exposición individual en Panevėžys, Lituania, y desde entonces su fama de brillante simbolista, retratista y experimentador ha ido creciendo.
Además de retratar a figuras políticas como Bill Clinton, Vladimir Putin, o Mijaíl Gorbachov, Safronov ha inmortalizado a celebridades internacionales como los actores Sophia Loren y Robert De Niro, los cantantes Tina Turner y Elton John, así como al boxeador Mike Tyson. Sus obras se encuentran tanto en museos prestigiosos como en colecciones privadas.
Nacido en 1956 en la ciudad rusa de Uliánovsk, a orillas del río Volga y a 705 kilómetros al este de Moscú, Safronov creció en el seno de una familia humilde. A los 16 años soñaba con el mar y los barcos, por lo que decidió mudarse a Odesa, un importante puerto del mar Negro, para matricularse en la escuela naval de Rusia.
Sin embargo, al cabo de un año descubrió que no era su verdadera vocación, por lo que se trasladó a Rostov del Don para estudiar arte en la Escuela de Arte Grekov. Posteriormente, continuó su formación en el Instituto de Arte de Vilna, en la capital de Lituania.

Safrobov ha sido galardonado con numerosos premios y títulos en su país, pero también ha logrado el reconocimiento en la escena internacional. Desde 2006 es miembro de la Real Academia Internacional de Cultura, Educación y Artes de las Naciones Unidas.
Además, ha recibido la medalla de oro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, así como condecoraciones como la Orden Internacional de San Constantino el Grande, la Orden de San Estanislao y la Orden de Santa Ana de grado II. Incluso tiene una estrella en la constelación de Andrómeda que lleva su nombre.