El Papa Francisco nombró a Mons. José María Baliña, uno de los dos prelados que en 2023 renunció al cargo de Obispo de Mar del Plata antes de asumirlo, como nuevo Obispo Auxiliar de Chascomús en Argentina.

Mons. Baliña era hasta ahora vicario general y párroco de la Catedral de Chascomús. Al dar la noticia del nombramiento, la diócesis señaló en su cuenta de Facebook: “Damos gracias a Dios y rezamos por su pastoreo entre nosotros”.

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Mons. José María Baliña nació en Buenos Aires el 8 de enero de 1959. Tiene 66 años. Fue ordenado sacerdote el 25 de noviembre de 1989 y fue nombrado Obispo Auxiliar de Buenos Aires el 16 de enero de 2015.

En la Conferencia Episcopal Argentina se desempeña como miembro de la Comisión de Pastoral de Migrantes e Itinerantes y del Consejo Pastoral para la Protección de Menores y Adultos Vulnerables.

Con este nombramiento, el nuevo obispo auxiliar colaborará con la labor del Obispo de Chascomús, Mons. Juan Ignacio Liébana.

En la Diócesis de Chascomús también trabaja, como párroco de Nuestra Señora de Fátima el Arzobispo Emérito de La Plata, Mons. Gabriel Mestre, cuya renuncia al cargo episcopal fue aceptada por el Papa Francisco, a sólo diez meses de su nombramiento, por cuestiones vinculadas con la situación de tensión que se vivió en la Diócesis de Mar del Plata, de la que fue obispo hasta julio de 2023.

Como sucesor de Mons. Mestre, Mons. José María Baliña fue nombrado Obispo de Mar del Plata en noviembre de 2023. Poco menos de un mes después y antes de asumir el puesto, el Santo Padre aceptó su renuncia al cargo por razones de salud y por “situaciones personales y familiares”.

El Papa Francisco nombraría luego a Mons. Gustavo Manuel Larrazábal, quien también renunciaría al puesto en enero de 2024 tras algunas denuncias en su contra que según la Nunciatura en Argentina “no tienen fundamento”. El prelado se mantuvo entonces en el cargo de Obispo Auxiliar de San Juan de Cuyo.

Tras la renuncia de Mons. Baliña y de Mons. Larrazábal en menos de tres meses y en medio de tensiones que incluyeron el envío del entonces Administrador Diocesano, P. Luis Albóniga a Jujuy, a 1.900 kilómetros de Mar del Plata, el Papa Francisco nombró un Administrador Apostólico.

Para el cargo el Santo Padre seleccionó a Mons. Ernesto Giobando, prelado jesuita que era entonces Obispo Auxiliar de Buenos Aires y que en diciembre de 2024 fue nombrado finalmente Obispo de Mar del Plata.