Inspirados en la parábola del Buen Samaritano, los obispos de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) dieron a conocer el enfoque y las directrices pastorales que seguirán entre 2025 y 2030.

La presentación del documento, titulado “Con la fuerza del Espíritu Santo, animamos una Iglesia samaritana, participativa y sinodal”,  tuvo lugar en la sede de la Pastoral Social Cáritas.

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En la presentación, Mons. Giovani Arana, secretario general de la CEB, expresó en un video: “Desde la Conferencia Episcopal, lo que queremos es que este enfoque y directrices, que será durante el periodo 2025 a 2030, nos ayude en cada jurisdicción a elaborar los planes pastorales, y que nos sirvan como guía para un caminar común en el ámbito pastoral”.

“Esperemos que sea de buen uso tanto para las jurisdicciones, los vicarios pastorales y cómo no, llegar también hasta las parroquias”, deseó.

Por su parte, la Hermana Eliana Flores, secretaria para la Pastoral del Episcopado, al presentar el material explicó que éste “constituye la toma de posición pastoral que asume la Conferencia Episcopal Boliviana para iluminar el camino pastoral de las jurisdicciones” y mencionó los cinco ejes en los que se basan los desafíos de la CEB para los próximos cinco años, todos ellos vinculados al ejercicio de la tarea evangelizadora: Misión y kerigma; Sinodalidad, comunión y fraternidad; Promoción humana y ecología integral; Promoción de espacios seguros y cultura del cuidado; y diálogo social y reconciliación.

Para ello, a lo largo de 194 puntos, los obispos presentan un diagnóstico de la realidad actual y proponen líneas de acción, bajo la premisa de “Ver, iluminar y actuar”. En ese marco, el documento “apunta a la comunión de las jurisdicciones que forman la CEB”, y se espera que todas ellas puedan apropiarse y adaptar su contenido a los planes pastorales propios de las diócesis, parroquias y comunidades.

Este documento, consideró la religiosa, será efectivo siempre y cuando todos puedan ver allí reflejadas sus propias prioridades, necesidades, y el horizonte que sueñan.

La meta es poder ser “una Iglesia samaritana, en comunión con la Iglesia universal, donde nuestras relaciones y el modo hacer las cosas contribuyan a evangelizar, a construir espacios seguros, a atender los itinerarios formativos y misioneros que nos lleven a ser adultos en la fe y decididos defensores de la Casa Común, lo mismo que integrados y comprometidos con el diálogo social y la reconciliación”, sintetizó.

La Conferencia Episcopal Boliviana invita a toda la comunidad a descargar, leer, reflexionar y compartir este documento, disponible en este enlace.