El último viernes falleció, en Roma, el P. Álvaro Granados, un querido sacerdote del Opus Dei, profesor universitario y teólogo español que en los últimos años padeció de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad incurable que lo dejó inmovilizado.
El P. Fernando Puig, rector de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (PUSC), donde el P. Granados sirvió por muchos años, ha asegurado que la “simpatía y paciencia en la enfermedad” de este último, “serán un ejemplo de gran fe y esperanza para toda la comunidad académica”.
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“Estamos seguros de que desde el Cielo continuará rezando por la Universidad y por todas las personas que, a lo largo de los muchos años que pasó en Roma, lo conocieron y valoraron como sacerdote y como docente”, agregó.
En una entrevista concedida años atrás por el P. Granados, este demostraba su profundo compromiso con la evangelización. Así lo expresó en una de sus reflexiones grabadas en video: “La catequesis ya no basta, ya no es suficiente. Hay otros elementos fundamentales en los que debemos enfocarnos. Por ejemplo, la familia. Por ejemplo, la cuestión educativa”.
Para el P. Granados, evangelizar no significaba sólo enseñar la doctrina católica, sino también transformar vidas. Así lo señalaba al afirmar: “Es necesario transformar los estilos de vida de las personas (…) no solo la emoción inmediata es hermosa, sino que hay cosas bellas que van más allá y que me abren al misterio de Dios, al misterio del amor, al misterio de la amistad”.
Álvaro Granados, nacido en Madrid en 1964, completó su licenciatura en Derecho en la Universidad de La Laguna, Tenerife, en 1988. Posteriormente, se trasladó a Roma, donde se especializó en Teología Fundamental en la Pontificia Universidad de la Santa Croce, obteniendo el doctorado en Filosofía en 1996.
Fue ordenado sacerdote en 1994 y, durante más de una década, entre 1995 y 2006, desempeñó el rol de formador en el Colegio Eclesiástico Internacional Sedes Sapientiae. Además, ejerció como Rector del Colegio Sacerdotal Tiberino. En 2009, alcanzó un segundo doctorado, esta vez en Teología Pastoral, en la Pontificia Universidad Lateranense.
En sus últimos años, el P. Granados dedicó su tiempo a recibir a los fieles y amigos que lo visitaban, repartiendo este ministerio en dos momentos del día: una hora y media por la mañana, tras celebrar la Misa, y otra hora y media por la tarde.
Según relató el diario italiano Avvenire, el sacerdote desarrolló su labor pastoral en la parroquia San Josemaría Escrivá, ubicada en el barrio de Ardeatino, en Roma. Allí, además de atender a la comunidad, se convirtió en un importante referente para los enfermos, dejando un legado de cercanía, servicio y consuelo hacia quienes más lo necesitaban. Los fieles lo despidieron el domingo 26 en los funerales realizados en la misma iglesia.
El P. Álvaro también solía publicar videos en su canal de YouTube titulado “El Evangelio para los enfermos”, en el que ofrecía sus reflexiones sobre el Evangelio del día con un enfoque dirigido a las personas que sufren una enfermedad.
“Nos unimos al dolor y a las oraciones de su familia por su eterno descanso. Además, en la Basílica de Sant’Apollinare se celebrará próximamente una Misa de sufragio, cuya fecha será anunciada más adelante”, indicó la PUSC en un comunicado.
En el último número de Noticias de la Santa Croce (p. 77), se le dedicó un artículo titulado “Tengo ELA, pero sigo siendo sacerdote hasta el final”, en el que compartió su testimonio de fe, entrega y fortaleza hasta sus últimos días.