El Cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), expresó la cercanía de la Iglesia Católica en Italia tanto a Israel como a Palestina y esperó que la tregua en Tierra Santa fortalezca la paz y conduzca a un “futuro concreto”.

El también Arzobispo de Bolonia(Italia), presidió la inauguración de la sesión invernal del Consejo Permanente de los obispos italianos, celebrada en Roma desde el pasado 20 de enero y que finaliza este miércoles.

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En su extenso discurso, el purpurado reflexionó sobre los “tiempos dramáticos” de la guerra y remarcó que la Iglesia italiana se une en oración para que se alcance la paz en los lugares azotados por los conflictos. 

En particular, el cardenal manifestó su deseo de que el Jubileo “ofrezca la oportunidad de alcanzar los tan esperados e indispensables acuerdos que encuentren soluciones justas y duraderas, con un fuerte resurgimiento de la presencia de la comunidad internacional, el multilateralismo y los instrumentos necesarios para garantizar el derecho y no el recurso a las armas para resolver los conflictos”. 

El purpurado situó en especial su mirada sobre la tregua alcanzada en Tierra Santa y esperó “que fortalezca la paz e inicie un nuevo proceso que conduzca a un futuro concreto”. 

Subrayó también la cercanía de la Iglesia Católica en Italia a Israel y esperó que “finalmente pueda reencontrarse con sus seres queridos secuestrados, tener la seguridad necesaria y continuar luchando contra el antisemitismo que se manifiesta en formas sutiles y ambiguas”. 

Condenó en este sentido “los fenómenos de resurgente anitsemitismo” y reiteró la importancia del diálogo entre católicos y judíos, afirmando que “sólo la amistad y el diálogo seguirán fortaleciendo nuestra relación, que por nuestra parte es constante y en absoluto debilitada”. 

A su vez, el Cardenal Zuppi mostró su cercanía “a los palestinos y a su sufrimiento” y expresó su anhelo para que finalmente “pueda iniciarse un camino que permita a este pueblo ser reconocido en su plena dignidad y libertad”.

En este contexto, el purpurado italiano condenó la producción y el comercio de armas y, tomando como referencia el llamamiento del Santo Padre a acabar con esta práctica, preguntó: “¿No debería tomarse seriamente en consideración su propuesta de crear un fondo para combatir la pobreza en lugar de llenar los arsenales?”.

Desafíos del pueblo italiano

En cuanto a los desafíos a los que se enfrenta Italia, el cardenal destacó el trabajo “pobre y precario” que hace que las personas no puedan imaginarse un futuro, una situación que además favorece la ilegalidad.

Respecto a la migración, destacó la reducción de los desembarcos de migrantes en territorio italiano, aunque lamentó que “sigue siendo elevado el número de víctimas de naufragios”.

“Es evidente la necesidad de no debilitar la cultura de los derechos de los solicitantes de asilo y los refugiados, ofreciendo reglas de derechos y deberes seguros, flujos y canales que permitan la entrada de los trabajadores necesarios, que nunca son solo brazos, sino personas que requieren políticas visionarias de integración”, señaló.

En su discurso también citó la importancia de la sinodalidad, a la que se refirió como “un signo de vitalidad de la Iglesia en Italia”. “Ahora nos corresponde a todos llevar a término este proceso, dando indicaciones claras y acompañando después la fase de acogida, apoyando en primer lugar a nuestros presbíteros”, subrayó.

En el marco del Jubileo de la Esperanza 2025, el Cardenal Zuppi reiteró que “la esperanza no defrauda” y afirmó que las puertas de las iglesias de Italia están abiertas para todos. “Me gustaría que el Jubileo nos impulsara a realizar programas creativos y estables para quienes atraviesan dificultades”, señaló.