El Arzobispo de Bahía Blanca, Mons. Guillermo José Garlatti, debió recorrer 500 kilómetros en pocas horas para reunirse con el Obispo de Viedma, Mons. Esteban Laxague, y dar consuelo a los familiares de los tres escolares asesinados por un compañero de clase.
En el estadio Atenas, donde se celebraron los funerales, los prelados ofrecieron responsos por separado ante cada féretro y con cada familia, en compañía del Vicario General de Bahía Blanca, Padre Pedro Laxague, y el sacerdote Juan Carlos Cristina de la localidad de Patagones, escenario de la tragedia.
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Ayer, un estudiante de 15 años identificado como Rafael S. atacó a tiros a sus compañeros de clase en la escuela fiscal Malvinas Argentinas de Carmen de Patagones, en la frontera de Viedma con Bahía Blanca. Dejó tres muertos –dos mujeres y un hombre- y cinco heridos graves. El adolescente había tomado el arma reglamentaria de su padre, un agente de la Prefectura Naval. Hasta el momento se desconocen los móviles del crimen, pero el joven ya está en poder de las autoridades.
Según informaron fuentes del Arzobispado de Bahía Blanca, al que corresponde la localidad de Patagones, Mons. Garlatti se encontraba de ejercicio espirituales con el clero de su jurisdicción al momento de la tragedia. El prelado recorrió 500 kilómetros para llegar al sepelio.
Esta tarde, una multitud despidió los restos de los tres estudiantes. El cortejo fúnebre fue encabezado por el alcalde local, Ricardo Curetti. Antes de la partida hacia el cementerio, el Obispo de Viedma ofició un último responso.
Muestras de solidaridad
Además de los dos días de duelo nacional decretados por el gobierno, las familias de Patagones han recibido el apoyo de los deudos de la tragedia de Columbine, que hace unos años sacudió Estados Unidos, cuando dos alumnos planearon la muerte de sus compañeros, asesinaron a 12 personas y se suicidaron.
A través de mensajes de apoyo y testimonios de padres de familia latinos de Columbine, los familiares alentaron la reconciliación de todas las víctimas.