Activistas por la libertad de Nicaragua y diversas instituciones felicitan a Mons. Silvio Báez Ortega, Obispo Auxiliar de Managua, por sus 40 años de sacerdote, 6 de los cuales los ha pasado en el exilio.

El obispo Báez fue ordenado sacerdote en la Orden de los Carmelitas Descalzos el 15 de enero de 1985, en la localidad de San Ramón, en Alajuela (Costa Rica).

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En un video compartido en su cuenta de X con diversas imágenes suyas del día de su ordenación y luego ya como obispo, el prelado nicaragüense agradeció a su “hermano, Javier Antonio, por su apoyo, su cariño y sus oraciones en estos 40 años de sacerdocio. Gracias, hermano. Dios te bendiga”.

Medardo Sequeira, líder campesino de Nicaragua exiliado en Atlanta, Georgia (Estados Unidos), comentó en X: “Damos gracias por su testimonio de fe y que el Señor le siga concediendo sabiduría, discernimiento y salud para que continúe con su misión pastoral. Nuestro cariño y oraciones”.  

La cuenta Carmelite Quotes también felicitó al obispo Báez y dio “gracias por 40 años de fiel servicio a Dios”.

“Feliz aniversario sacerdotal monseñor Silvio José Báez, son 40 años de entrega de amor, entrega y servicio a su ministerio y al Evangelio. Gracias por tu voz profética. Realicemos hoy una plegaria a nuestro Dios por la vida de nuestro obispo”, escribió por su parte Martha Patricia Molina, investigadora en el exilio y autora del informe Nicaragua: Una Iglesia perseguida, que en su última entrega de diciembre de 2024 da cuenta de casi 1.000 ataques de la dictadura contra la Iglesia Católica en Nicaragua.

¿Quién es el obispo Silvio Báez?

Mons. Silvio José Báez Ortega es obispo Auxiliar de Managua (Nicaragua) desde 2009. Tiene 66 años.

El 23 de abril de 2019, siendo una de las voces más críticas de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, dejó su patria ante la persecución del régimen. Lleva ya casi seis años en el exilio.

En una Misa que presidió el 4 de enero en una parroquia de Los Ángeles en Estados Unidos, el obispo señaló: “Pareciera que se han cerrado todos los caminos de esperanza para un futuro mejor para nuestra patria, pero no es así. La historia está en manos del Señor y Él va a permitir que Nicaragua pueda resucitar a una vida nueva”.

“No perdamos la esperanza, no perdamos la confianza y oremos mucho este año para que el Señor nos conceda el milagro que todos los nicaragüenses anhelamos en el corazón: ver a nuestra patria liberada, próspera, llena de justicia, llena de paz, llena de alegría y de fraternidad”, exhortó Mons. Báez ese día.