El concejal socialista en Sestao (Vizcaya) y responsable de la corriente “Cristianos por el Socialismo”, Carlos García de Andoin, criticó la ofensiva que el Gobierno ha lanzado contra la Iglesia y advirtió de los “costes para ambos”.
“Vamos a un choque de trenes. Si no se templan las cosas va a haber costes para ambos: los obispos van a perder Iglesia por el camino y el PSOE, electorado”, declaró el responsable de “Cristianos por el Socialismo” que desde hace diez años trata de conciliar la participación política de los cristianos de opción política socialista.
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Según García de Andoin, “se ha reabierto la cuestión religiosa como cuestión política” que “ha producido una polarización indebida entre los valores progresistas, vinculados al laicismo, frente a valores conservadores, identificados con la moral religiosa”.
A juicio del concejal socialista, uno de los principales errores del Gobierno se encuentra en la concepción del término “laicidad”. “Lo laico no se opone a lo religioso. El PSOE ha de entender la laicidad como incluyente. La laicidad es una tradición de libertad y tolerancia, y hay laicismos que son intransigentes”, apuntó.
Opiniones semejantes
De otro lado, el presidente de la junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, manifestó en una entrevista publicada por el diario ABC de España que “la ofensiva del PSOE contra la Iglesia es una ‘vendetta’ que nos hace retroceder siglos”. El Gobierno “resucita debates cerrados en vez de ocuparse de que progrese la sociedad”, argumentó.
Al ser solicitada su opinión sobre la revisión de las relaciones con la Iglesia iniciada por el Gobierno del PSOE, el presidente de la junta de Castilla y León declaró que con su ofensiva “están resucitando viejos tópicos, debates que la sociedad española tenía perfectamente cerrados”.
“Mire, España es un estado aconfesional pero es una sociedad plural, y reabrir debates que nos llevan al más rancio anticlericalismo es un retraso, pero un retraso de siglos. Al igual que centrar la atención en grandes debates de reforma como el territorial en lugar de hacer progresar la sociedad, de dar más posibilidades a las personas y a las familias... A mí me parece que resucitar este resentimiento, esta vieja ‘vendetta’ contra valores tradicionales, es una equivocación. Y con argumentaciones histriónicas”, declaró.