El nuevo año está en pleno apogeo y muchos aprovechan esta época del año para fijar propósitos. Sin embargo, puede resultar difícil para un católico fijar metas que sean viables y que conduzcan al crecimiento espiritual.

Establecer propósitos como católico no tiene por qué ser un desafío: propóngase fijar metas que sean prácticas y estén centradas en la fe. A continuación, se presentan cinco objetivos que le ayudarán a mantener a Cristo en el centro de su vida diaria.

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1. Realizar meditaciones espirituales diarias

Comenzar el día con una meditación espiritual es una de las mejores maneras de mantener a Jesús en el centro de tu vida. La meditación espiritual diaria tiene muchos beneficios, entre ellos, encontrar una sensación de quietud y paz interior, experimentar una mente más tranquila y crecer en tu vida espiritual. Considero que meditar sobre las lecturas del día y leer sobre el santo del día me prepara para un día lleno de fe en el que puedo honrar a Cristo.

2. Unirse a un estudio bíblico

Al participar en un grupo de estudio bíblico, podrá experimentar un grupo de apoyo edificante, una comunidad de personas fieles y oportunidades de servicio a su iglesia. La mayoría de los estudios bíblicos se centran en un libro de la Biblia o en una lectura bíblica específica para la semana, y luego el grupo se reúne la semana siguiente para analizar sus ideas con más profundidad. Los estudios bíblicos son una excelente manera de aprender más sobre su fe y su comunidad y de acercarse más a Cristo.

3. Buscar dirección espiritual

Recibir la guía de un consejero católico de confianza, ya sea un sacerdote, un religioso o un laico, es una de las mejores maneras de transitar por la vida espiritual, examinar las propias acciones y crecer como católico. Encontrar a alguien en quien confíes y con quien te sientas cómodo para compartir tus pensamientos puede ayudarte significativamente a crecer en la práctica de las virtudes.

4. Rezar el Rosario

Puede resultar difícil encontrar un momento para rezar el Rosario, pero al rezar esta oración mariana, recibirás muchas gracias, ya que conocer mejor a la Madre de Jesús te ayudará a acercarte más a su Hijo. Al honrar a María, profundizamos nuestra fe. Planifica un momento diario que te convenga y haz que tu rosario sea accesible para que te resulte más fácil rezarlo a diario.

5. Asistir a Misa diariamente

Reservar tiempo para ver a Jesús todos los días y adorarlo es una meta bendita que podemos establecer. Al asistir a Misa todos los días en lugar de simplemente una vez a la semana los domingos, podemos recibir más gracia, desprendernos más fácilmente del pecado y crecer en santidad, que siempre debería ser nuestro objetivo.

Nota del editor: Este artículo es una traducción de una publicación de Elaine Gunthorpe en el blog del National Catholic Register. Las opiniones expresadas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor.