El Cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga advirtió a los católicos del riesgo de terminar “indigestados de política” en este año electoral 2025, en el que él y sus compatriotas elegirán a las nuevas autoridades del país.

Las elecciones generales en Honduras se realizarán el 30 de noviembre de 2025. En ellas se elegirá al nuevo presidente, a los 128 diputados titulares del Congreso y los 128 suplentes, además de 20 diputados al Parlamento Centroamericano; y un total de 298 alcaldes de 2092 regidores.

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Según informa ADN Celam, en una Misa que presidió el 6 de enero, Solemnidad de la Epifanía del Señor, el purpurado destacó que “este es un año político para Honduras, pero no debemos perder de vista que también es un Año Santo, un Jubileo de esperanza”.

En ese sentido, el cardenal animó a no quedar “indigestados de política” y alentó a los fieles a dejarse guiar por el Señor: “Debemos buscar a Dios, seguir a nuestro creador y no a los políticos”.

El Cardenal Rodríguez Maradiaga animó también a hacer algunos sacrificios personales como muestras de un compromiso personal: “por ejemplo, no quiero que haya pleitos en mi casa este año y me comprometo a dominar mi deseo de poder”.

Recordando la estrella que guió a los tres Reyes Magos, el Arzobispo Emérito de Tegucigalpa dijo que “no debemos seguir una estrella que guíe hacia el rencor, sino buscar la paz y el amor en nuestras vidas, más en este tiempo de gracia”.

El cardenal también pidió mantener viva la esperanza y la fe pensando en un futuro mejor para Honduras. “La esperanza y la fe son pilares fundamentales que debe mantenerse vivo en el corazón y en las oraciones de cada hondureño”.

El Jubileo de la Iglesia Católica

El Jubileo de la Esperanza 2025, inaugurado por el Papa Francisco el 24 de diciembre con la apertura de la Puerta de la Basílica de San Pedro, es un evento muy importante para los católicos porque ofrece una oportunidad extraordinaria para alcanzar la salvación y experimentar que la santidad de Dios puede transformarnos.

Es un regalo que nos ayuda a llegar al Cielo porque pone a disposición de los fieles todas las facilidades para obtener el “tesoro” de la Iglesia: la indulgencia plenaria, aquella que devuelve el alma al estado en el que estuvo al recibir el Bautismo.

Si quieres saber cómo obtener una indulgencia plenaria, puedes ingresar a este enlace.