El Cardenal Luis Cabrera, Arzobispo de Guayaquil, expresó su cercanía ante el “dolor y la angustia” de los padres de los cuatro niños calcinados e identificados por la Fiscalía de Ecuador, por cuyo caso se ha pedido prisión preventiva para 16 militares.
“Como Arquidiócesis de Guayaquil, queremos ratificar nuestra cercanía a los cuatro jóvenes, víctimas de la violencia; y nuestra solidaridad con los padres de familia en estos momentos de dolor y angustia”, dijo el Cardenal Cabrera a ACI Prensa este 2 de enero.
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“Igualmente, como Conferencia Episcopal Ecuatoriana, hemos pedido a todos los sacerdotes que el domingo 5 de enero, en todas las Eucaristías, oren por el eterno descanso de los cuatro jóvenes”, agregó el arzobispo.
Asimismo, el cardenal resaltó que los obispos “renovamos nuestro firme compromiso de seguir trabajando por la paz en nuestras familias y en la sociedad”.
El 31 de diciembre, la Fiscalía de Ecuador informó en su cuenta de X que “los resultados de las pericias de genética forense confirman que los 4 cuerpos encontrados en #Taura corresponden a los 3 adolescentes y un niño desaparecidos tras un operativo militar, el pasado 8 de diciembre”.
Ese día, hombres vestidos con uniforme militares secuestraron a los hermanos José e Ismael Arroyo, y a Saúl Arboleda y Steven Medina, todos menores de edad entre 11 y 15 años, en la zona conocida como Las Malvinas, un barrio pobre del sur de Guayaquil.
La Fiscalía también informó que ha solicitado la detención y prisión preventiva para 16 militares que están bajo investigación, por este caso que ha conmocionado a todo Ecuador.
De acuerdo a CNN en Español, el 25 de diciembre la jueza Tanya Loor aceptó un habeas corpus de los familiares de los cuatro menores y declaró su “desaparición forzada”. Según la magistrada, los 16 militares involucrados no cumplieron con los protocolos establecidos ni solicitaron cooperación de la policía.
En un comunicado publicado por los obispos de Ecuador dos días antes, los prelados recordaron que “venga de donde venga, sea quien sea el responsable, el Ecuador necesita la verdad y el compromiso de todos de erradicar la violencia que hiere y lastima nuestro presente y futuro”.
“Exigimos que la impunidad y el olvido deje de ser la práctica corriente en nuestro país. Sin verdad no hay justicia y sin justicia no hay futuro”, añadieron entonces.