Durante su habitual intervención en el programa televisivo "Claves para un Mundo Mejor", el Arzobispo de La Plata (Argentina) Mons. Héctor Aguer, denunció que los proyectos de "educación sexual" que se proponen en los centros educativos son "todo lo contrario" de lo debería ser una educación para la castidad y el amor.
Los programas de educación sexual promovida por organizaciones internacionales tiene, según Mons. Aguer, "una característica totalitaria pues desconocen los derechos de los padres que son siempre los primeros responsables de la educación de sus hijos y este derecho vale de un modo peculiar para estas materias tan esenciales que tienen tanto peso en la formación de la personalidad".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Las autoridades de salud en Argentina han programado para el 2005 distribuir cinco millones de anticonceptivos hormonales orales, 850.000 anticonceptivos hormonales inyectables, 460.000 dispositivos intrauterinos, 8 millones de preservativos, más de 600.000 anticonceptivos hormonales compatibles con la lactancia materna, y 2.500 kits de instrumental para colocación del DIU.
Mons. Aguer denunció que la actual "Ley Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable" obligue que en los colegios se imparta instrucción sobre este tema".
"Creo que estas cifras dan la pista de la orientación de este tipo de proyectos que suelen proponer instrucción sobre la genitalidad humana y provisión de elementos para 'cuidarse' como se suele decir", explicó.
El Arzobispo de La Plata explicó que existen proyectos alternativos que sugieren que el Estado “proponga talleres de educación sexual para los padres” y que “si se suele decir que son los padres los que tienen el derecho y el deber de poder instruir a sus hijos en esta materia pero que no son competentes”.
“Es imprescindible respetar el derecho de los padres acerca de la orientación filosófica y aún espiritual o religiosa que quieren imprimir a la educación de sus hijos”, agregó.
Mons. Aguer consideró que “se está jugando algo muy importante para la juventud argentina y para la sociedad toda en su conjunto” y que la única alternativa es “la de una educación integral que sepa reconocer la sexualidad en el conjunto de la persona y que esté orientada verdaderamente al amor, a la familia, a la educación de los afectos y no simplemente a una instrucción superficial que transmite una falsa seguridad e impulsa a la promiscuidad y al acceso temprano, más temprano del que ya tenemos que lamentar hoy día, a la experiencia sexual”.
es deber de los Obispos