En un contexto de crisis socioeconómica, los sacerdotes cubanos José Conrado y Jesús Fernando Marcoleta han compartido, desde diferentes partes de la isla, homilías cargadas de esperanza por un mejor futuro, pero también de denuncia ante los atropellos del régimen.  

Ambas homilías, pronunciadas durante la Navidad, hacen eco de la necesidad de unidad, reconciliación y el retorno a los valores fundamentales para superar la adversidad.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

El P. José Conrado, sacerdote de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, con una trayectoria de más de 40 años acompañando a comunidades dentro de la isla y en el exilio, reflexionó sobre el sufrimiento de sus compatriotas: “Lloro por Cuba porque me duele Cuba. Me duele el dolor de mis hermanos”.

En su mensaje, destacó que el mayor mal en la isla no son las carencias materiales, sino la pérdida de la verdad y la fractura social causada por la represión y el miedo: “Hemos vivido en la mentira y ahora no sabemos encontrar el camino de la Verdad”.

Por su parte, el P. Jesús Fernando Marcoleta, párroco en Varadero, enfatizó el carácter transformador de la Navidad como un faro de luz en medio de la oscuridad: “Ahora que nos ahoga el vivir sin luz, la Navidad de Jesús se hace más propicia en tanto es más noche en cada uno de nosotros y más noche en la nación”.

También recordó que, aunque el pueblo cubano vive momentos de desesperanza, es en la Navidad donde puede renacer un futuro nuevo: “Todo ser humano tiene derecho a la esperanza, a la buena esperanza”.

La crisis en cifras

La realidad descrita por ambos sacerdotes se refleja en las cifras publicadas recientemente por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH). En noviembre, el OCDH registró al menos 253 acciones represivas en Cuba, de las cuales 89 fueron detenciones arbitrarias y 164 otros abusos, incluidos el hostigamiento a presos políticos y sus familias, citaciones policiales, multas y el cerco de viviendas de activistas.

“El régimen cubano se prepara para los próximos desafíos en política internacional con mayor represión y empobrecimiento interno. Persiste la ausencia de cambios en favor de los ciudadanos y la represión es el único instrumento del régimen en su intento de contener el hartazgo ciudadano”, afirmó el OCDH. Las provincias más afectadas, según la organización, fueron La Habana, Matanzas y Villa Clara.

Un llamado a la reconciliación

Ambos sacerdotes, desde sus perspectivas, coinciden en que el camino hacia la reconstrucción de Cuba pasa por la reconciliación y el retorno a los valores del Evangelio.

El P. Conrado recordó las palabras de José Martí, poeta y político considerado el “apóstol de la Independencia de Cuba”: “Debemos desechar el evangelio bárbaro del odio para poder hablar la dulce plática del amor”.

Asimismo, el P. Marcoleta subrayó que la Navidad es un momento para reflexionar y renovar el compromiso de construir una sociedad basada en el amor y la justicia: “El día que nació Jesús el hombre fue llamado como nunca antes a realizar aquí en la tierra su dignidad de persona humana, siendo libre, respetando los derechos del otro y poniendo en práctica el amor fraterno”.

A pesar del panorama, ambos mensajes buscan transmitir esperanza. El P. Marcoleta alentó a los cubanos a no rendirse: “Guía, Señor, nuestros pasos hasta la luz de tu gracia. Tú que siempre superas nuestras expectativas y eres más fuerte que nuestros temores, permite que creamos en tu Palabra”.

El P. Conrado, por su parte, llamó a todos a rezar no sólo por Cuba, sino también por otros pueblos en situación crítica como Venezuela, Nicaragua y Haití: “Cantemos la canción de la alegría, el canto alegre del que espera un nuevo día”.

En una nación donde, como señaló el OCDH, “la represión es el único instrumento del régimen para contener el hartazgo ciudadano”, ambos sacerdotes afirmaron que es el momento de mirar el pesebre, que simboliza el nacimiento de una nueva oportunidad para los cubanos.