Las Hermanitas de los Pobres recibieron una bendición navideña a principios de esta semana que podría ayudarlas a poner fin a su batalla de casi 14 años por la libertad religiosa con el gobierno de Estados Unidos.
El lunes por la tarde, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) emitió un aviso en el Registro Federal indicando que ha optado por retirar los cambios en las reglas del mandato de anticoncepción de la Ley de Atención Médica Asequible (ACA).
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Los cambios de reglas propuestos por la administración Biden el año pasado habrían prohibido a las monjas y otras organizaciones religiosas reclamar exenciones al requisito de la ACA de que los empleadores proporcionen cobertura de aborto y anticoncepción en sus planes de salud para empleados.
El HHS declaró que decidió retirar las normas propuestas por la administración Biden para que el gobierno pudiera “concentrar su tiempo y recursos en asuntos distintos a la finalización de estas normas”. La agencia de salud citó además los extensos comentarios que recibió sobre los cambios propuestos como razones para frenar la imposición de las alteraciones.
El aviso añade que “si los departamentos deciden en el futuro que es una prioridad avanzar con una reglamentación en esta área”, quiere “garantizar que tendrán el beneficio de los hechos y la información más actualizados sobre estos importantes temas”, respetando al mismo tiempo las objeciones religiosas a la anticoncepción.
El grupo especializado en defensa de la libertad religiosa Becket celebró la victoria esta semana. “La Navidad llegó un poco antes este año”, declaró la organización, que ha representado a las monjas en los tribunales, en una publicación en las redes sociales el lunes.
Becket señaló una columna del Wall Street Journal publicada por el escritor católico William McGurn, quien escribió el 23 de diciembre que las monjas esperaban “un fin a la guerra legal en su contra”.
McGurn describió la libertad religiosa como un “pilar histórico del liberalismo estadounidense” y “el corazón de cualquier orden liberal y la clave para la paz cívica”.
La batalla judicial de más de una década de las religiosas se remonta a 2011, cuando la administración de Barack Obama exigió a los empleadores que proporcionaran cobertura gratuita para anticonceptivos, esterilizaciones y “control de natalidad de emergencia” en los planes de salud de los empleados bajo la ACA.
Aunque las hermanas han celebrado dos éxitos en la Corte Suprema, en 2016 y 2020, todavía están luchando por su libertad religiosa en los tribunales de distrito de California y Pensilvania, que han seguido emprendiendo acciones legales para rescindir las exenciones religiosas concedidas a las religiosas por la Corte Suprema de Estados Unidos.
“Con la ayuda de Becket, [las hermanas] derrotaron al gobierno federal en [la Corte Suprema de Estados Unidos] no una sino dos veces y todavía están en la corte defendiendo su ministerio contra un grupo de estados liderados por California y Pensilvania”, continuó Becket en X.
“Esas batallas judiciales han estado congeladas durante años debido a la nueva norma de mandato anticonceptivo que la administración Biden siguió prometiendo emitir”.
A la luz del último acontecimiento, Becket llamó además la atención sobre la posibilidad de que las hermanas puedan ver potencialmente una “victoria final”.
“California y Pensilvania no tienen por qué demandar a las Hermanitas cuando las administraciones presidenciales de ambos partidos han otorgado exenciones religiosas a las hermanas”, agregó la firma de libertad religiosa.
“Una última reflexión: demandar a monjas nunca es una buena idea”, concluyó el grupo.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.