El consejo de presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) elevó sus oraciones y exigió “el pronto retorno”, sin “tardanza alguna”, de cuatro niños, de entre 11 y 15 años, desaparecidos en Guayaquil desde el 8 de diciembre.

En un comunicado con fecha 23 de diciembre y titulado “Los queremos sanos y salvos”, los obispos ecuatorianos señalaron que “la desaparición de José e Ismael Arroyo, Saúl Arboleda y Steven Medina, no sólo conmueve las entrañas de todos los ecuatorianos sino que expresa la indefensión en la que nos encontramos todos frente a la violencia que corroe nuestras instituciones y nuestras relaciones”.

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Tras destacar que “las madres y padres que lloran la desaparición de sus hijos necesitan volver a tenerlos en sus brazos, sanos y salvos en casa, y eso sin tardanza alguna”, los prelados recordaron que “es deber del Estado defender la vida y la integridad de todos los ciudadanos sin importar su edad, su género, su condición social”.

“Venga de donde venga, sea quien sea el responsable, el Ecuador necesita la verdad y el compromiso de todos de erradicar la violencia que hiere y lastima nuestro presente y futuro”, subrayaron.

En este tiempo de Navidad, resaltaron los obispos, “nosotros como pastores de la Iglesia Católica, abrazamos a los padres y familiares de Josué, Ismael, Saúl y Steven y comprometemos nuestra ayuda para sostenerlos en estos momentos de inquietud y dolor, como lo hemos hechos desde el primer día de su desaparición”.

“Oramos por su pronto retorno y exigimos que la impunidad y el olvido deje de ser la práctica corriente en nuestro país. Sin verdad no hay justicia y sin justicia no hay futuro”, concluyeron.

Plantón ante la Fiscalía en Guayaquil

“¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos!”, fue una de las frases coreadas por unas 100 personas que realizaron este lunes 23 de diciembre un plantón ante la Fiscalía de Guayaquil para exigir el retorno de los menores, que desaparecieron en el sector conocido como Las Malvinas, en el sur de la ciudad, según señala el diario El Universo.

De acuerdo al diario El Comercio, los menores habrían sido secuestrados por hombres vestidos con uniforme militar.

En un video mensaje difundido el sábado 21 de diciembre, el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, dijo que comparte "el mismo sentimiento de indignación y preocupación ante la desaparición de cuatro menores de edad en la provincia del Guayas por parte de grupos delincuenciales".

El padre de los hermanos Arroyo dijo a los medios que pudo comunicarse con uno de sus hijos, quien le habría indicado que los hombres que los tenían los llevó a Taura, localidad a unos 30 kilómetros de Guayaquil, donde se ubica una base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE).

El menor habría denunciado que los golpearon y los dejaron desnudos en esa zona, pero cuando la policía llegó al lugar no los encontró.

En un mensaje publicado ayer en X, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, indicó que ha “ordenado que se intensifiquen todas las acciones necesarias con el objetivo de dar con el paradero de los cuatro niños y que se encuentren a todos sus responsables para que respondan por sus actos frente a la justicia y al país”.