Este 18 de noviembre, en el marco de la festividad de Nuestra Señora de la Esperanza, los Obispos Católicos de Cuba publicaron su mensaje para la Navidad 2024, que este año se centra en el pasaje evangélico de San Lucas: “Nos visitará el Sol que nace de lo alto” (1, 78).
Los obispos comparten su mensaje “conscientes de las realidades difíciles” que afronta Cuba, y por ello invitan a toda la Iglesia y al pueblo a continuar rezando por el país y a “dejarse encontrar” por el Niño Jesús.
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“En nuestros corazones hay un anhelo profundo de amor y paz, de perdón y reconciliación, de verdad y justicia, de libertad y prosperidad. Para colmar esos deseos, la Iglesia, también en Cuba, invita a todos los hombres a dejarse encontrar por Jesucristo”, escribieron los obispos.
Los prelados aseguraron dirigirse a todo el pueblo cubano haciéndose eco de las palabras de Zacarías, padre de San Juan Bautista, para invitarlos “a abrir sus corazones a Jesús en esta Navidad”.
Indicaron que la llegada del Señor, a la vida personal y familiar de cada pueblo, se experimenta “como la visita del Sol, que ilumina toda circunstancia, no importa qué tan difíciles y angustiosas sean, porque ofrece consuelo, fortaleza, la sabiduría del Espíritu Santo y la serena alegría de Aquel que nos ama, nos acompaña y nos sostiene siempre en nuestro camino”.
El Episcopado consideró pertinente ahondar en que Dios “se acerca a su pueblo” en la persona de Jesús, que vino para liberarnos del pecado, del poder de la muerte, y de la tristeza de vivir sin amor.
Cuando Jesús se encuentra con cada uno de nosotros —continúan los obispos— la vida se renueva, las heridas sanan, “y se redescubre la alegría de ser hijos de Dios y hermanos en Cristo, que mantienen siempre encendida la esperanza de un mundo mejor”.
Además, expresaron que la Navidad es la oportunidad ideal para superar los momentos difíciles, de desánimo y apatía. Los creyentes deben, durante este tiempo litúrgico, “volver a encender en el corazón la llama de la fe” que se hace más viva a través de la oración, la meditación de la Palabra, las celebraciones litúrgicas en los templos y los actos de caridad.
Los obispos reiteraron su llamado a rezar por Cuba, “siendo conscientes” del poder de la oración para transformar corazones. “Perseveremos en la oración por Cuba, no dejemos de hacerlo por nada”, remarcaron.
De igual manera, destacaron el inicio del Año Jubilar 2025 —dedicado a la virtud de la esperanza— señalando que “todo ser humano está en espera” de alcanzar y construir un futuro mejor en Jesucristo, que es “nuestra esperanza”.
“Ya cercana la Navidad, como pastores del pueblo de Dios, queremos hacer llegar a las familias cubanas un mensaje de cercanía y aliento antes las difíciles realidades que, demasiadas de ellas, tienen que afrontar cada día”, expresaron.
“Que la Virgen Santa y su esposo san José, que nos entregaron al Niño Dios en la primera Navidad de la historia, nos ayuden a vivir auténticamente estos días santos, para que todas las situaciones de oscuridad y tinieblas que pesan sobre este pueblo nuestro y la humanidad toda, se abran a la esperanza que brota, porque Nos visitará el Sol que nace de lo Alto. Feliz Navidad, sí, feliz Navidad! porque nace Dios para todos”, concluyeron los obispos de Cuba.