La Arquidiócesis de Guayaquil (Ecuador) informó que el 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, fueron sepultados 12 bebés que murieron abortados y abandonados.
La Misa de exequias en el cementerio Parque de la Paz fue presidida por Mons. Cristóbal Kudławiec, Obispo de Daule; y concelebrada por algunos sacerdotes como el P. Juan Marín, párroco de la iglesia San Antonio María Claret.
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Contó además con la presencia de fieles y representantes de grupos como la Pastoral del Niño por Nacer, Proyecto Esperanza y 40 Días por la Vida.
Según informa la arquidiócesis ecuatoriana, el entierro de estos bebés se dio gracias al trabajo conjunto del Movimiento Armada Blanca, la Pastoral del Niño por Nacer, la Diócesis de Daule y la Policía Nacional del Ecuador.
Martha Colombo, de Armada Blanca, explica que en este 2024 se enterraron a 65 bebés; en 2023 a 7; y en 2022 a 95 niños no nacidos.
Los “niños que enterramos los encontramos abortados en las calles, que no tienen padre ni madre”, tras un trabajo que se hace “en conjunto con la policía”, destacó Colombo.
El teniente coronel Jorge Torres Sarmiento, policía y jefe de Medicina Legal de la Zona 8, explicó que los bebés abandonados no fueron reclamados por familiares durante el tiempo que dispone la ley –30 días tras la muerte– por lo que son resguardados para su sepultura en Parque de la Paz.
Al ser abandonados, de acuerdo al término de ley, precisó, se prosigue con “el trámite legal para poder dar cristiana sepultura a estas personas”, agregó.
Luego de la Misa, Mons. Kudławiec bendijo los cuerpos de los nonatos; que fueron sepultados junto al lugar donde está la imagen de María Madre de los Niños No Nacidos.
Soy esposo desde 2008. Con mi esposa tenemos tres hijos aquí y uno que se fue al cielo en 2023, antes de nacer. Desde que me incorporé a ACI Prensa en 2005, he tenido la oportunidad de cubrir diversos eventos de la Iglesia Católica. Entre ellos, las Jornadas Mundiales de la Juventud en Colonia, Madrid y Río de Janeiro y los viajes apostólicos del Papa Benedicto XVI a México y del Papa Francisco a Corea del Sur. He sido enviado al Vaticano para cubrir los sínodos de la Familia, en 2015; de la Amazonía, en 2019 y el de la Sinodalidad, en 2023. Sigo de cerca la situación de la Iglesia Católica en Nicaragua, que sufre la persecución de la dictadura de Daniel Ortega, así como la actualidad eclesial en la región.
