Durante estos días, los fieles que se acercan al Santuario San José de Venecia (Colombia), pueden apreciar y rezar frente al que sería el pesebre costumbrista más grande del mundo, cuya construcción demanda más de un mes y está compuesto por cerca de tres mil figuras.
La idea de elaborar un nacimiento de estas dimensiones nació hace cerca de 20 años por parte del arquitecto Luis Fernando Betancur. Actualmente el pesebre abarca 322 metros cuadrados, cuyos 2.000 bombillos son alimentados con 2 kilómetros de cable eléctrico.
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Asimismo, tiene 2.950 habitantes —entre muñecos en madera, tela y plastilina—, 400 edificaciones en madera, una cadena montañosa de 60 metros lineales, un río de 25 metros de largo y 200 movimientos mecánicos y de agua.
Al ser un nacimiento costumbrista, dentro de este se pueden apreciar escenas de la vida cotidiana, pero también historias bíblicas, como por ejemplo la construcción de la Torre de Babel.
En conversación con ACI Prensa, Betancur indicó que armar el pesebre “toma un mes y medio y su fabricación todo el año”. En cada edición se agrega un motivo especial, en este caso se decidió también rendir homenaje a las víctimas de la avalancha en junio enlutó a Venecia.
Sobre cómo se concibió esta tradición, el arquitecto relató que en la década de 1980, cuando era adolescente, le propuse al párroco de entonces “armarle un pesebre, el cual se hizo en cartón paja, pero que quedó destruido después de un evento en su bodegaje”. “Posteriormente, unos 10 años después retomé la idea y lo hice ahora en madera, empezando su exhibición aproximadamente en el año 2004 hasta el día de hoy”, relató.
Acerca del calificativo que recibe su obra, de ser el “pesebre costumbrista más grande del mundo”, Betancur explicó que este “se lo ha otorgado la prensa hablada y escrita desde hace algunos años”.
Ello porque al consultársele a la academia de Records Guinness, se les contestó que “los títulos de registro no se crean para adaptarse a una propuesta individual, sino más bien como resultado de la competencia en un campo en particular. Como no hemos podido establecer ninguna competencia en particular en este caso, actualmente no estamos considerando un título de registro que se ajuste a su propuesta”.
“Según lo anterior —añadió Betancur—, este calificativo es un ‘vox populi’ que aspiramos a oficializar en un futuro cercano”.
“Este pesebre lo hago con todo amor”
Sobre el efecto que el pesebre tiene en los fieles, Luis Fernando Betancur manifestó que siente “una gran alegría” al ver dibujados en sus rostros “las sonrisas y las caras de sorpresa y admiración”, así como “escuchar los comentarios y saber de la emoción que genera”.
En ese sentido, expresó que el nacimiento “lo hago con todo mi corazón y con todo amor, y es mi obra que como católico obsequio cada año al pueblo de Venecia, a todos los visitantes y en especial al santuario mismo”.
“Alguien me decía que cuando uno se arrodilla a armar el pesebre está orando y me comentaba que en ese caso yo oraba todo el año... Esto me gustó y he concluido que es plenamente cierto”, compartió con ACI Prensa.
Así, invitó a los fieles a lanzarse a la aventura “de explorar sus dones y que, con una inquebrantable voluntad, dediquen su vida a convertirlo en una realidad, como lo he hecho yo con esta obra, que no para de sorprender por su gran tamaño y singularidad y que hago yo solo sin más ayuda que mi devoción, mi imaginación y mi perseverancia”.