El Obispado de la Santísima Concepción de Tucumán (Argentina) comunicó que el P. Justo José Ilarraz fue expulsado del estado clerical al haber sido encontrado culpable de delitos contra el sexto mandamiento —“No cometerás actos impuros”— con menores de edad.

En 2018, la Justicia Civil había condenado a Ilarraz por unanimidad a la pena de hasta 25 años en prisión tras ser declarado culpable de haber abusado de siete menores de entre 10 y 14 años cuando era su preceptor en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, de Paraná, entre 1984 y 1995. 

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Desde entonces, cumple la condena en prisión domiciliaria en la ciudad de Paraná, monitoreado mediante una tobillera electrónica.

En el ámbito eclesial, el caso del sacerdote fue sometido a un proceso administrativo penal a cargo del Tribunal Interdiocesano Bonaerense, y elevado luego al Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano. El organismo de la Santa Sede lo presentó al Santo Padre, quien determinó la expulsión.

Según recoge el diario argentino La Nación, el caso de Ilarraz fue motor de una reforma en el Código Penal, ya que se introdujo la ley de “Respeto a los Tiempos de las Víctimas”, una herramienta procesal que permite la imprescriptibilidad de los delitos sexuales, es decir, ofrece a las víctimas la posibilidad de acceder a los recursos de la Justicia sin importar cuánto tiempo haya pasado desde que se cometió el delito. 

Al dar a conocer la información, la Diócesis de la Santísima Concepción reafirmó su compromiso “por la búsqueda de la verdad y la justicia”, condenando toda clase de abusos, y expresó su acompañamiento con la oración a las víctimas.