“No tengas miedo, ¿acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre”. Es el mensaje de la Virgen de Guadalupe que el Papa Francisco anima a tener presente y escucharlo en cada momento de la vida, ya sea una situación feliz o triste.

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Así lo dijo durante la celebración de la Santa Misa en la Basílica de San Pedro del Vaticano en honor a la Virgen de Guadalupe, advocación mariana que la Iglesia Católica celebra cada 12 de diciembre.

La Iglesia Católica celebra a Nuestra Señora de Guadalupe cada 12 de diciembre, en memoria del último día en el que Santa María se apareció al indio San Juan Diego en 1531. En esa misma fecha, como una prueba para Fray Juan de Zumárraga, primer Obispo de México, la imagen de la Virgen quedó milagrosamente impresa en la tilma de San Juan Diego.

Misa en honor a la Virgen de Guadalupe en el Vaticano. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News
Misa en honor a la Virgen de Guadalupe en el Vaticano. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News

En su homilía improvisada íntegramente en español, el Santo Padre destacó la imagen de la Virgen de Guadalupe: “embarazada, que anuncia el nacimiento del Salvador. Embarazada como madre”.

“Con qué ternura le dice al indio: ‘no tengas miedo, ¿acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”, dijo el Papa, destacando que en ese mensaje “se revela la maternidad de María”.

Estas palabras son las mismas que Santa María de Guadalupe dirigió a San Juan Diego, quien, según el Nican Mopohua —documento histórico que narra las apariciones de la Virgen—, se encontraba preocupado por la grave enfermedad de su tío, Juan Bernardino. Ante la urgencia de cuidar a su familiar, Juan Diego decidió atenderlo antes de cumplir con el mandato de la Virgen de hablar con el obispo. Más tarde, la Virgen le confirmó que su tío había sido milagrosamente sanado.

Misa en honor a la Virgen de Guadalupe en el Vaticano. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News
Misa en honor a la Virgen de Guadalupe en el Vaticano. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News

El Pontífice lamentó que sobre el misterio guadalupano “tantas ideologías han querido derivar para sacar provecho ideológico”, y destacó a continuación “tres cosas” que le vinieron a la mente contemplando a la Virgen.

“La tilma, la madre y la rosa. Cosas muy sencillas. la maternidad de María queda grabada en esa tilma, en esa tilma sencilla. La maternidad de María se muestra con la belleza de las rosas que el indio encuentra y lleva. Y la maternidad de María hace el milagro de llevar la fe a los corazones un poco incrédulos de los prelados”, dijo.

“La tilma, la rosa, el indio”, añadió. “Todo lo que se diga del misterio guadalupano más allá de esto es mentira, es querer usarlo para ideologías”, advirtió.

Misa en honor a la Virgen de Guadalupe en el Vaticano. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News
Misa en honor a la Virgen de Guadalupe en el Vaticano. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News

El Santo Padre subrayó que “el misterio guadalupano es para venerarla y para sentir en nuestros oídos: ‘¿acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?’”.

“Y eso escucharlo en los momentos de la vida, los diversos momentos difíciles de la vida, los momentos felices de la vida, los momentos cotidianos de la vida: ‘no tengas miedo, ¿acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”.

“Y esto es todo el mensaje guadalupano, lo demás son ideologías”, aseguró.

Al concluir, el Papa expresó: “Nos vamos con la imagen de la Señora en la tilma del indio. Y escuchando cómo en una cantilena que con voz repetitiva nos dice: ‘no tengas miedo, ¿acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?’”.