La pintura de Santa Bárbara, una obra creada por el artista boliviano Leonardo Flores en la segunda mitad del siglo XVII, que había sido robada de la iglesia de Puerto Acosta, en el departamento de La Paz, regresó a Bolivia luego de 50 años.
Se estima que la obra robada llegó en primera instancia a Brasil, y allí fue subastada y adquirida por un coleccionista chileno-estadounidense que desconocía su origen, y la llevó a Nueva York, donde formó parte de muestras de arte.
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Fue un experto en arte sacro quien identificó la pieza en Nueva York, y el trabajo de recuperación contó con la colaboración de Interpol, UNESCO y diversas instituciones culturales, quienes dieron con la pintura en Chile.
Su autenticidad fue verificada mediante un proceso de análisis técnico que incluyó un estudio de rayos X que determinó que los pigmentos correspondían a los materiales utilizados en el siglo XVII.
La gestión de la devolución estuvo a cargo de las autoridades chilenas en el Consulado General de Bolivia en Santiago.
En 2023, mientras se gestionaba la recuperación de la obra de arte, la gestora cultural Lupe Meneses había señalado a La Opinión: “Era una magnífica obra de Leonardo Flores, con el tema de Santa Bárbara, uno de los pintores más importantes de la escuela paceña”.
La devoción a Santa Bárbara es de gran importancia en la región andina, por considerarse protectora contra rayos y tormentas, por lo que el regreso de esta obra marca tanto la importancia del patrimonio cultural como de los símbolos religiosos valorados por los bolivianos.
Esta doble importancia cultural y espiritual del retorno de la pintura a Puerto Acosta fue remarcado en la ceremonia por el Cónsul General boliviano en Chile, José Pinelo, quien agradeció las gestiones realizadas.
Entre las obras destacadas de Leonardo Flores también se encuentra “Parábola del pobre Lázaro”, proveniente de la parroquia de San Pedro, en la ciudad de La Paz, que hoy forma parte del museo de la Catedral.