El Papa Francisco expresó su especial cercanía e invitó a todos los fieles a unirse a las oraciones por la Iglesia Católica y el pueblo de Nicaragua, en el día de la Purísima, a quien dirige “un grito de fe y esperanza”.
“En esta Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, estoy cercano de modo particular a los nicaragüenses. Los invito a unirse en oración por la Iglesia y el pueblo de Nicaragua, que celebra a la Purísima, como Madre y Patrona, y levanta a Ella un grito de fe y de esperanza”.
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“Que la Madre celeste sea para ellos consuelo en las dificultares y en las incertidumbres y abra los corazones de todos para que se busque siempre la vía de un diálogo respetuoso y constructivo para promover la paz, la fraternidad y la armonía en el país”, subrayó el Papa Francisco.
Con estas palabras, el Santo Padre se unió y alentó la iniciativa de los obispos de Centroamérica que han convocado, para hoy una jornada de oración por los católicos en el país que sufre la represión y la persecución de la dictadura de Daniel Ortega y su esposa y “copresidenta”, Rosario Murillo.
El 2 de diciembre, el Papa Francisco había expresado su preocupación por la Iglesia Católica en Nicaragua, con una carta en la que les dice que tengan la certeza de que la fe y la esperanza “realizan milagros”.
La persecución contra la Iglesia Católica en Nicaragua
Hace unos días el régimen aprobó una reforma de la Constitución que restringe aún más la libertad religiosa y de expresión en el país, ya bastante limitadas. Entre las medidas más controvertidas figura una disposición que exige que las “organizaciones religiosas deben mantenerse libres de todo control extranjero”.
A mediados de noviembre, la dictadura de Ortega y Murillo expulsó del país a Obispo de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal nicaragüense, Mons. Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, quien había criticado a un alcalde orteguista que interrumpió una Misa con música a alto volumen, frente a la catedral local.
Como él, otros obispos, sacerdotes y laicos son constantemente vigilados, perseguidos, secuestrados e incluso encarcelados en condiciones deplorables.
Numerosos miembros del clero han sido deportados del país, arrebatándoles la nacionalidad nicaragüense y considerándolos apátridas, como es el caso del Obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Álvarez, exiliado a Roma en enero de 2024 junto a Mons. Isidoro Mora, Obispo de Siuna, 15 sacerdotes y 2 seminaristas.
Entre 2018 y 2024, se registraron 870 ataques contra la Iglesia Católica en Nicaragua, de acuerdo con el informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?, de la abogada e investigadora exiliada Martha Patricia Molina, que evidencia la gravedad de esta crisis.
Ucrania, Palestina y los condenados a muerte en Estados Unidos
El Papa Francisco también alentó a los fieles a rezar por la paz “en la martirizada Ucrania, en Medio Oriente –Palestina, Israel, Líbano, ahora Siria– en Myanmar, Sudán y en todo lugar donde se sufre guerra y violencia. Pido a los gobernantes y a la comunidad internacional que se pueda llegar a Navidad con un cese al fuego en todos los frentes de guerra”.
El Papa también expresó su preocupación por los condenados a muerte en Estados Unidos, una pena que él declaró inadmisible en 2018, con una modificación en el Catecismo de la Iglesia Católica.
“Hoy me viene al corazón pedir a todos ustedes rezar por los detenidos que en Estados Unidos están en el corredor de la muerte. Creo que son 13 o 15. Recemos para que su pena sea conmutada, cambiada. Pensemos en estos hermanos y hermanas nuestros y pidamos al Señor la gracia de salvarlos de la muerte”, dijo el Santo Padre este domingo.