La Iglesia Católica exhortó a las autoridades federales y locales a actuar “conforme a derecho, desde la verdad y aplicando justicia” ante la escalada de violencia en el municipio de Pantelhó, en el estado mexicano de Chiapas: “esta guerra también es suya”.
En un comunicado emitido el 5 de diciembre, la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, en la que se encuentra la región afectada por la violencia, indicó que desde el 3 de diciembre el grupo llamado “Ejército Civil de los Herrera” inició “detonaciones de armas de alto calibre y bombas” en la población de San José Buenavista Tercero. Según el comunicado, durante estos ataques “entraron a quemar casas, aterrorizando y provocando el desplazamiento de las familias”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Al día siguiente, los actos violentos del “Ejército Civil de los Herrera” se extendieron a las comunidades de San Francisco y El Roblar, vecinas de San José Buenavista Tercero. Como respuesta, el grupo de autodefensas denominado “El Machete” tomó Pantelhó.
“La violencia armada desangra a nuestras comunidades”, alertó la diócesis, que reconoció el sacrificio de quienes llegan a dar la “propia vida” en defensa de sus comunidades: “el latido de sus corazones es un eco que nos abraza para seguir insistiendo por la paz para nuestros pueblos”.
Asimismo, la diócesis destacó que otras regiones de Chiapas “siguen convertidas en crueles campos de batalla y viven sitiadas por delincuentes, grupos armados y cárteles del narcotráfico”, y donde miembros de comunidades indígenas mayas “están siendo sometidos a cargar dolor, muertes y sufrimientos interminables propios de pueblos esclavos”.
Finalmente, la Diócesis de San Cristóbal de las Casas instó a los fieles del estado mexicano a seguir adelante “en el camino de la fe, la esperanza y la caridad, predicando la Palabra de Dios con el testimonio de vida, siendo resilientes en las pruebas, solidarios en la necesidad, compartiendo la dignidad de hijas e hijos de Dios hasta que Él venga como Sol de Justicia a darnos su paz”.