El nuevo predicador de la Casa Pontificia, P. Roberto Pasolini, inaugura su ministerio con un ciclo de predicaciones sobre el tiempo litúrgico de Adviento, la primera de las cuales llama a recuperar el asombro ante la acción de Dios en nuestra vida.
Bajo el título La puerta del asombro, el sucesor del Cardenal Raniero Cantalamessa, que ejerció el oficio de predicador durante 44 años, ha llamado a afrontar el desafío de “realizar la presencia y la acción de Dios en la historia y despertar nuevamente al asombro ante lo que él no solo puede, sino, sobre todo, quiere realizar, en nuestras visas y en la historia del mundo”.
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El P. Pasolini expuso que “acoger una buena noticia no es fácil, sobre todo cuando la persona está marcada desde hace mucho tiempo por el sufrimiento, las decepciones y las incertidumbres”.
Así, tomó los ejemplos de Santa Isabel, esposa de Zacarías, y de la Virgen María, en quienes ejemplifica dos actitudes que pueden generar en los fieles un dinamismo de salvación, según refiere Vatican News.
Por un lado, Isabel sabe decir “no” a la aparente continuidad inamovible de los acontecimientos, mientras que María nos llama a decir “sí” a la novedad de Dios “formulando un asentimiento libre y gozoso a su voluntad”.
Sobre la negativa de Isabel a que su hijo se llame Zacarías, sino Juan, que significa “Dios usa la misericordia”, el predicador pontificio señala que esta actitud “sugiere que la historia, aunque influida por sus legados, siempre es capaz de superarse y abrirse a nuevas posibilidades, si existe la acción de Dios”.
El “no” de Isabel “nos recuerda que nada ni nadie está condicionado sólo por su propia historia y raíces, sino también continuamente reacondicionado por la gracia de Dios”, explicó el P. Pasolini.
Un “no valiente” contra el mal
El predicador también animó a pronunciar un “no valiente” contra el mal, para lo que es necesario creer que “Dios está obrando en la historia y que lo mejor está por venir”.
En referencia a cómo la Virgen María acoge el anuncio del arcángel Gabriel, el P. Pasolini afirmó que la gráfica del tiempo de Adviento es “darnos cuenta de que hay más motivos para alegrarnos que para entristecernos, no porque estas cosas sean sencillas, sino porque el Señor está con nosotros y todavía puede pasar cualquier cosa”.
Por otro lado, el capuchino señaló que “todo anuncio de Dios expone necesariamente a la muerte, porque contiene la promesa de una vida plena, enteramente entregada a Dios y al mundo”.
El miedo ante esto sólo puede ser superado “considerando la belleza y la grandeza de lo que nos espera”. Para ello es necesario no conformarse con decir “sí” a cosas que no nos cuestan nada porque cada “decisión auténtica según el Evangelio cuesta toda una vida y nos expone al riesgo de perder privilegios y certezas”.
El “santo asombro” de la Virgen
Pasolini explica, sobre “el santo asombro” de la Virgen al oír la propuesta de Dios por boca del arcángel, que no pretende “comprender en detalle el plan de Dios”, sino simplemente hacerse partícipe de él “de manera libre y consciente”.
Con el “hágase”, María “declara todo su entusiasmo por la llamada que acaba de recibir”, como si dijera al mensajero de Dios: “Lo que tú me propusiste aceptar, en realidad ahora soy yo quien lo quiere y lo elijo”.
“Cuando la luz de Dios logra mostrarnos que dentro del temor de lo que nos espera está la fidelidad de una promesa eterna, surge en nosotros el asombro y nos encontramos capaces de pronunciar finalmente nuestro ‘aquí estoy’”, concluyó.