El Arzobispo de Córdoba (Argentina), Cardenal Ángel Sixto Rossi, abordó con preocupación dos realidades sociales en Argentina, que afectan particularmente a los jubilados y a los niños: la situación económica por la que algunos tienen que optar por comer o comprar medicamentos; y las apuestas online, con las que algunos se enriquecen generando ludopatía en los más pequeños.

El purpurado había mencionado la realidad de los jubilados en la homilía del domingo 1 de diciembre, cuando calificó como una “eutanasia disimulada” la situación económica que en ocasiones obliga a optar por “comer o medicarse”, lo que para muchos se traduce en muerte. 

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Horas después de esa homilía, se supo que el Gobierno Nacional eliminó el programa de medicamentos gratuitos que recibían los afiliados al Programa de Asistencia Médica Integral (PAMI). 

De esta manera, quienes perciben más de 390.000 pesos argentinos (385 dólares estadounidenses, aproximadamente), poseen un plan de medicina prepaga o un vehículo de menos de 10 años, ya no accederán a remedios con cobertura del 100%. Quienes requieran dicha cobertura deberán tramitar el subsidio con el que cuenta la obra social.

Al conocerse la medida, el arzobispo la calificó como “un cachetazo de noticia”, que golpea a los jubilados, y admitió que hubiera preferido que su homilía no fuera profética al respecto. 

Los ancianos, junto con los niños, son los dos grupos más castigados de la sociedad, consideró el Cardenal Rossi, en diálogo con Telefe Noticias Córdoba.

En el caso de los niños, están expuestos al juego online que “disfrazado de entretenimiento, en realidad es para lucrar algunos pocos a costillas de la enfermedad de los niños y de los jóvenes, lo cual ciertamente es muy grave”, afirmó en referencia a los casos de ludopatía.

“Cuando una sociedad maltrata a las dos puntas, los más vulnerables, que son los niños, jóvenes y los ancianos, es signo primero de decadencia de esa sociedad; y es signo de que esto no tiene futuro”, sentenció.

“¿Por qué será que apuntan a los jubilados para el déficit cero, para cortar un poco los gastos?”, cuestionó el purpurado, llamando a “no comenzar [el ajuste] por los más débiles” porque esto “no nos hace bien como sociedad”.

Al respecto, llamó a los gobernantes a “poner la mirada en la persona”, en especial “en la persona sufriente” y a “buscar caminos” para poder controlar y que la quita no sea “una regla general donde caigan en la volteada miles de abuelos nuestros, con todo lo que eso implica, porque nuestros abuelos, nuestros jubilados, están sufriendo”.

“Todo lo que atente contra el bienestar de nuestros abuelos es muy triste, es fulero [feo]”, afirmó.

“Uno escucha a la gente, algunos abuelitos que te dicen que una vez a la semana compran 100 gramos de carne, como para comer algo de carne”, ejemplificó. “Otros ciertamente tienen que optar entre comer y [comprar] medicamentos, esto que, dice el Papa, es una eutanasia encubierta”, insistió. “A largo plazo, esto implica muerte”, sintetizó.