Durante el Angelus celebrado el palacio estival de Castelgandolfo, el Papa Juan Pablo comentó la reciente fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y señaló que, frente a la creciente ola de terrorismo en el mundo, la Cruz de Cristo sigue siendo una luz de esperanza.
“Ante el mal que en diferentes formas se manifiesta en el mundo –dijo el Pontífice-, el hombre, afligido y desconcertado, se pregunta: ‘¿por qué?’”.
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“En esta aurora del tercer milenio, bendecida por el Gran Jubileo y llena de posibilidades, la humanidad está marcada por la sobrecogedora expansión del terrorismo”, dijo el Pontífice; y agregó que “La sucesión de atroces atentados contra la vida humana conmociona e inquieta las conciencias y suscita en los creyentes la dolorosa pregunta que aparece en los Salmos: ‘¿Por qué?, Señor, ¿hasta cuándo?’”.
Ante ello, señaló el Santo Padre, Dios no ha querido responder justificándose, sino “con el sacrificio de su propio Hijo en la Cruz”.
“En la muerte de Jesús –agregó- se encuentran el aparente triunfo del mal y la victoria definitiva del bien; el momento más oscuro de la historia y la revelación de la gloria divina; el punto que separa y el centro de atracción y de reunión del universo”.
Por ello, la Cruz de Cristo “es para los creyentes imagen de esperanza, pues en ella se cumplió el designio salvador del amor de Dios. Por esto, la liturgia hace unos días nos invitaba a celebrar la exaltación de la Santa Cruz, una fiesta de la que el creyente saca consuelo y valor”.