Un grupo de jóvenes que participaban en un curso de medios de comunicación organizado por las Siervas del Hogar de la Madre acaban de estrenar el cortometraje La séptima corona, sobre el martirio de 7 religiosas salesas que realizaron durante 10 días el pasado verano.

“Algunas lo han descrito como unos ejercicios espirituales”, explica a ACI Prensa la Hermana Teresa María Pérez, directora del cortometraje, que describe que el curso está “envuelto en un ambiente muy espiritual”. 

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“El aprendizaje y el rodaje son una parte importante, pero lo más importante es el apostolado y la evangelización”, subraya. 

La hermana Pérez comparte que durante el curso “profundizamos en los personajes, nos encomendamos a los mártires que vamos a representar, les pedimos ayuda” ya que se trata de “reflejar y transmitir la verdad de los acontecimientos y el maravilloso tesoro de aquellos que nos han precedido en el camino de la fe”. 

Un rodaje iluminado por una reliquia 

Sin duda, un factor esencial para vivir el rodaje de manera trascendente, ha sido poder disfrutar esos días de una reliquia muy especial:  la cruz pectoral que portaba la más joven de las mártires, la Hermana María Cecilia, que es la propia de la Orden de la visitación a la que pertenecían. 

El hecho de poder contar en el curso -y por tanto en el rodaje- con la cruz-reliquia fue “una gracia inmensa. Fue la que iluminó todo el guión”, explica la hermana Pérez, que gira en torno al proceso de aceptación del martirio de la Hermana María Cecilia. 

Cruz que portaba la Hermana María Cecilia, religiosa salesa, cuando fue martirizada. Crédito: HM Televisión.
Cruz que portaba la Hermana María Cecilia, religiosa salesa, cuando fue martirizada. Crédito: HM Televisión.

La cruz, además, fue identificada de modo providencial dos años después del martirio de las religiosas durante la Guerra Civil española (1936-1939), lo que facilitó la localización del cuerpo. 

Gracias a esta reliquia “pudimos meditar cada día y las intérpretes de manera especial, en la gran entrega de cada una de las mártires y hasta el punto al que estaban dispuestas a sufrir con y por Cristo”, detalla la directora del cortometraje.

Una comunidad martirizada

La Orden de la Visitación fue fundada a principios del siglo XVII por San Francisco de Sales y Santa Juana Francisca Frémiot de Chantal. Sus integrantes están llamadas a ser “las imitadoras de las dos virtudes más amadas del Sagrado Corazón del Verbo Encarnado: la dulzura y la humildad”, definió su fundadora. 

El primer monasterio de la Visitación en España se funda en 1749 en Madrid, bajo la protección de los Reyes Fernando VI y Bárbara de Braganza, motivo por el cual se las denominó “salesa reales”. 

Fueron expulsadas en 1870, pudiendo regresar en 1883 a un nuevo emplazamiento en Madrid, pues el originario se convirtió en la sede del Tribunal Supremo. Situado en la calle de Santa Engracia de Madrid, es el Centro Nacional de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús y de sus muros han nacido nuevas fundaciones en España, México y Colombia. 

Como consecuencia de la persecución religiosa y el estallido de la Guerra Civil el 18 de julio de 1936, las siete hermanas que conformaban la comunidad se refugiaron, vestidas de calle, en un piso. 

Cuatro meses más tarde fueron detenidas por un grupo de nueve milicianos armados, que las condujeron a un descampado donde fueron fusiladas de inmediato. Seis de las religiosas murieron en el acto, pero la más joven del grupo, la Hermana María Cecilia, echó a correr y escapó. 

Poco después, se entregó a los milicianos y fue encerrada en la checa de Buenavista, un centro de detención y torturas regentado por las guerrillas anticristianas. Trasladada a otra cárcel, fue fusilada en la tapia del cementerio de Vallecas el 23 de noviembre de 1936. 

Tras el fin de la guerra fratricida, la Orden de la Visitación no lograban encontrar el cuerpo de la séptima religiosa. En 1941, Araceli Sánchez Peláez acompañó a una sobrina que deseaba ingresar en el monasterio. 

Cuando vio las cruces que llevan en el pecho, inmediatamente reconoció que era idéntica a una que había visto reventada por una bala en una comisaría. Esa pista permitió localizar a “la séptima corona”, cuyos restos fueron trasladados al Valle de los Caídos. 

Las siete salesas fueron beatificadas por San Juan Pablo II el 10 de mayo de 1998. 

Las Siervas del Hogar de la Madre ya han realizado seis cortos. Tres a través de los Cursos de Medios de Comunicación, todos sobre mártires: Pierina Morosini. El silencio de la pureza; Cartas desde el Valor. Enfermeras mártires de Astorga y La Séptima Corona. Mártires de la Visitación.

Los otros tres son Fernando III el Santo, Caballero de Jesucristo, Siervo de María; Un maestro: Diálogo con San Isidoro de Sevilla y Por el único Rey: San Bernardo de Claraval.