En sólo dos días, los congresos de los estados mexicanos de Chiapas y Estado de México aprobaron reformas para despenalizar el aborto hasta las 12 semanas de gestación, elevando a 19 las entidades federativas con legislaciones similares en el país.

El 25 de noviembre, el Congreso del Estado de México modificó el Código Penal para eliminar sanciones a las mujeres que aborten dentro del plazo permitido. Según un comunicado emitido por el parlamento local, fuera de este periodo el aborto seguirá siendo un delito con penas de seis meses a un año de prisión, salvo excepciones como riesgo para la vida o salud de la mujer o alteraciones genéticas del producto.

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Asimismo, informó que la iniciativa fue “impulsada” por la Comisión para la Igualdad de Género, presidida por la diputada Zaira Cedillo Silva, de MORENA, partido al que pertenece la presidenta Claudia Sheinbaum. El proyecto fue respaldado mayoritariamente por legisladores de MORENA, mientras que la bancada del opositor Partido Acción Nacional (PAN) votó en contra.

Un día después, el 26 de noviembre, el Congreso de Chiapas aprobó reformas similares. En este caso, la iniciativa derogó artículos que penalizaban el aborto y establece que a las mujeres que lo realicen después de las 12 semanas se les “impondrá de un mes a tres meses de tratamiento en libertad consistente en atención integral con perspectiva de género”.

La reforma fue aprobada con una sola abstención, de la diputada Jovannie Maricela Ibarra Gallardo, del PAN.

Estas reformas se suman a las aprobadas el 21 de noviembre en Zacatecas, donde también se modificó el Código Penal para retirar las sanciones a la práctica del aborto hasta las 12 semanas.

Con estas reformas, suman 17 los estados mexicanos donde el aborto es permitido hasta las 12 semanas de gestación. A esta lista se suman Sinaloa, donde el plazo se extiende hasta las 13 semanas, y Coahuila, donde la penalización fue invalidada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aunque no se han definido parámetros específicos.

Desde el 1 de octubre de este año, cuando comenzó el gobierno de Claudia Sheinbaum, Jalisco, Michoacán, San Luis Potosí, Zacatecas, Estado de México y Chiapas, han despenalizado el aborto hasta las 12 semanas de embarazo.

Reacciones de la Iglesia Católica 

Mons. Raúl Gómez Gómez, Arzobispo de Toluca, capital del Estado de México, expresó su preocupación a través de un comunicado, en el que advirtió que el aborto “no aborda la raíz de sus problemas y abandona a quienes más ayuda necesitan”.

Destacó que la medida, en lugar de proteger a las mujeres, “puede marcar dramáticamente sus vidas y pone en riesgo su salud”. Asimismo, lamentó que se haya generado una “falsa percepción de que el aborto es seguro y que es la única opción ante un embarazo en circunstancias difíciles”.

Mons. Gómez urgió a los legisladores a centrar su atención en los problemas estructurales que enfrentan las mujeres, tales como “la falta de acceso a servicios de salud de calidad y la ausencia de redes de apoyo económico y social”. 

En Chiapas, Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, Obispo de San Cristóbal de las Casas y administrador apostólico de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, advirtió en un comunicado sobre “el daño que esta ley puede causar al tejido moral de nuestra sociedad”.

El prelado calificó las modificaciones como “contrarias a todo bienestar de la persona” y subrayó que deben ser rechazadas. Según Mons. Aguilar, leyes como estas “abren la posibilidad de vulnerar el derecho a la vida” y representan “una grave contradicción ética y jurídica”.

Recordó a los legisladores que sus decisiones tienen “repercusiones no sólo legales, sino también éticas y espirituales” por lo que instó a reflexionar sobre las consecuencias de sus decisiones.