El Papa Francisco reconoció este lunes un milagro atribuido a la intercesión del Beato Pier Giorgio Frassati, lo que allana el camino para su canonización como santo, la cual se dará durante el Jubileo de la Juventud de la Iglesia Católica, que se celebrará el próximo verano boreal.

Frassati, quien falleció a los 24 años en 1925, es muy querido por muchos jóvenes católicos hoy en día debido a su entusiasta testimonio de santidad que llega “a las alturas”.

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El joven, originario de la ciudad italiana de Turín, era un ávido montañista y miembro de la tercera orden dominica, y era conocido por su labor caritativa.

La canonización de Frassati se llevará a cabo durante el Jubileo de la Juventud en Roma, que iniciará el 3 de agosto de 2025.

El milagro

En un decreto del 25 de noviembre, el Papa Francisco reconoció la curación milagrosa de un seminarista de la Arquidiócesis de Los Ángeles, en Estados Unidos, quien fue recientemente ordenado sacerdote en junio de 2023.

Mons. Robert Sarno, exfuncionario del Dicasterio para las Causas de los Santos del Vaticano y delegado arquidiocesano en el proceso en Los Ángeles que examinó la curación, explicó a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que el seminarista se había dañado el tendón de Aquiles en un accidente de baloncesto mientras jugaba con otros seminaristas.

Después de que la resonancia magnética mostró daños significativos en su tendón de Aquiles, su médico le recomendó consultar a un cirujano ortopédico.

“Estaba muy angustiado por todo esto, así que comenzó una novena a Pier Giorgio Frassati el 1 de noviembre”, relató Mons. Sarno.

A mitad de la novena, contó, “estaba en la capilla llorando mientras rezaba su novena y sintió un calor tremendo en su tobillo”.

“Y luego, cuando fue al cirujano ortopédico una semana después, el cirujano, después de ver la resonancia magnética y realizar las investigaciones físicas, le dijo: ‘Debes tener a alguien en el cielo que te quiere’”.

El seminarista pudo reanudar inmediatamente la práctica de los deportes que amaba sin ninguna dificultad. La curación fue verificada por una investigación diocesana y el examen de la junta médica del Dicasterio para las Causas de los Santos, teólogos, cardenales y obispos.

Mons. Sarno destacó que es propio que un joven jugando baloncesto haya recibido la curación, dado que Frassati era conocido por su amor al deporte y las actividades al aire libre.

“Hacia las Alturas” de la Santidad

Pier Giorgio Frassati nació el 6 de abril de 1901, un Sábado Santo. Fue hijo del fundador y director del periódico italiano La Stampa.

A la edad de 17 años se unió a la Sociedad de San Vicente de Paúl y dedicó gran parte de su tiempo libre a cuidar a los pobres, los sin techo y los enfermos, así como a los excombatientes que regresaban de la Primera Guerra Mundial.

Frassati también estuvo involucrado en el Apostolado de la Oración y Acción Católica. Obtuvo permiso para recibir la Comunión diaria.

En una fotografía de la última vez que subió a una montaña, Frassati escribió la frase “Verso L’Alto,” que significa “hacia las alturas”. Esta frase se ha convertido en un lema para los católicos inspirados por Frassati, quienes buscan alcanzar la cima de la vida eterna con Cristo.

Frassati murió de polio el 4 de julio de 1925. Posteriormente, sus médicos especularon que el joven había contraído esa enfermedad mientras servía a los enfermos.

Juan Pablo II, quien beatificó a Frassati en 1990, lo llamó “un hombre de las ocho bienaventuranzas,” describiéndolo como “totalmente inmerso en el misterio de Dios y totalmente dedicado al servicio constante de su prójimo”.

El Papa Francisco elogió a Frassati por compartir el amor de Jesús con los pobres en un discurso pronunciado el 24 de junio.

“Me viene a la mente el Beato Pier Giorgio Frassati, pronto a ser santo, quien en Turín solía ir a las casas de los pobres para llevarles ayuda”, dijo el Papa.

“Pier Giorgio era de una familia acomodada de clase media alta, pero no creció ‘envuelto en algodón’, no se perdió en la ‘buena vida’, porque en su interior había la savia del Espíritu Santo, había amor por Jesús y por sus hermanos”, añadió.

Otros futuros santos anunciados

El Papa también aprobó los martirios del Siervo de Dios Francisco Javier Truong Buu Diep (1897-1946) de Vietnam y del Siervo de Dios Floribert Bwana Chui Bin Kositi (1981-2007) de Congo, lo que hace posible su beatificación.

El P. Francisco Javier era un sacerdote vietnamita que defendió los derechos de los ciudadanos locales contra el saqueo de bandas armadas al final de la Segunda Guerra Mundial. El 12 de marzo de 1946, fue hecho prisionero por un grupo militar junto con otros y encerrado en un almacén de arroz, donde fue interrogado.

Días después, su cuerpo desfigurado fue encontrado en una zanja. Tras su muerte, los cristianos comenzaron a visitar su tumba, pidiendo su intercesión y obteniendo gracias, según el Vaticano.

Floribert Bwana Chui Bin Kositi fue un laico congoleño, abogado y miembro de la Comunidad de San Egidio. Trabajó como comisionado en una oficina aduanera que controlaba el suministro de alimentos que ingresaban al país, un puesto en el que se opuso a varios intentos de corrupción. 

Por esto, fue secuestrado, torturado y asesinado en julio de 2007. El Vaticano reconoció su martirio en “odium fidei” porque su asesinato fue motivado por el hecho de que “era un hombre de fe, animado por un fuerte sentido de justicia y un amor concreto por su prójimo”.

El Papa Francisco también reconoció un milagro atribuido a la Beata Sor María Troncatti (1883-1969), una religiosa italiana de la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora, quien fue misionera entre los pueblos indígenas en Ecuador.

Así también autorizó la beatificación de la Venerable Juana de la Cruz (1481-1534), abadesa del Convento de “Santa María della Croce” en Cubas de Madrid, sin el milagro usualmente requerido debido al reconocimiento del “culto” antiguo, o devoción, que se ha difundido y mantenido durante siglos.

El Papa también reconoció la virtud heroica del obispo croata Josip Lang (1857-1924), conocido por su servicio a los pobres y la formación de seminaristas.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.