El Instituto Tomás Moro en Costa Rica, la Universidad Juan Pablo II y el Instituto Costarricense de Teología Pastoral anunciaron la realización, el miércoles 27 de noviembre, de un conversatorio virtual y gratuito titulado Liberación cristiana y teología de la liberación: a 40 años de la Libertatis nuntius.

Durante el papado de San Juan Pablo II, la Congregación —hoy Dicasterio— para la Doctrina de la Fe realizó una investigación, al término de la cual se publicaron dos instrucciones.

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La primera se emitió el 6 de agosto de 1984, con el título Libertatis nuntius, y responde a los postulados del sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez —fallecido el 22 de octubre de 2024— en su libro Teología de la Liberación. Perspectivas. La segunda instrucción se llama Libertatis conscientia, y fue publicada el 22 de marzo de 1986.

“La Instrucción ‘Libertatis nuntius’ sobre algunos aspectos de la teología de la liberación anunciaba la intención de la Congregación de publicar un segundo documento, que pondría en evidencia los principales elementos de la doctrina cristiana sobre la libertad y la liberación. La presente Instrucción responde a esta intención. Entre ambos documentos existe una relación orgánica. Deben leerse uno a la luz del otro”, señala el numeral 2 de la segunda instrucción.

Ambas instrucciones llevan la firma del Cardenal Joseph Ratzinger, quien era entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y que luego se convirtió en el Papa Benedicto XVI.

En declaraciones a ACI Prensa, Luis Fernando Calvo, director del Instituto Tomás Moro en San José (Costa Rica), resalta la importancia de recordar la actualidad de los contenidos de la Libertatis nuntius, pues “nos recuerda la esencia de la liberación cristiana y el papel fundamental que esta juega en la doctrina católica, liberación que es entendida primordialmente como aquella que se realiza en contra de la peor de las esclavitudes: el pecado, que con sus rupturas, aleja al hombre de Dios, del prójimo, de la creación”.

En el conversatorio, la exposición de los contenidos de la Libertatis nuntius estará a cargo del P. José Eduardo Barquero, teólogo, filósofo y estudiante de la Maestría en Doctrina Social de la Iglesia de la Universidad Juan Pablo II.

Para participar del evento virtual y gratuito del miércoles 27 de noviembre a partir de las 7:00 p.m. (hora de Centroamérica), se debe llenar este formulario https://forms.gle/3W99R2TszSQ2mGaw7  

Para más información se puede escribir a lf@tomasmoro.org o al Whatsapp (506) 8650-4664.

El análisis marxista y la teología de la liberación

Calvo comentó también a ACI Prensa que “el problema de la teología de la liberación no radica en su opción por los pobres ni su vocación de servicio al prójimo, sino en su impronta ideológica que adquiere primacía frente a los principios evangélicos que son los que deben gobernar las obras de caridad del creyente”.

“Habría, antes de responder a la pregunta, hacer una distinción sencilla que el mismo texto de Libertatis nuntius reconoce: no todas las teologías de la liberación son iguales y las vertientes que resultan incompatibles con la fe son aquellas vertientes (o autores) que asumen principios marxistas como fundamento de su propuesta teológica”, agrega el director del instituto.

“El análisis marxista, que contiene diversos errores que todo creyente –y persona de buena voluntad– debe evitar, no debe ser utilizado por los creyentes para hacer vida su amor por los pobres”, advierte Calvo.

“El marxismo, que parte del principio de la lucha de clases, que es de suyo violenta, no tiene nada que aportarle a los principios evangélicos para ‘amar y servir al hombre’, tal como dijo Juan Pablo II en su discurso en Puebla (1979). La violencia nunca será la receta para la redención de los pobres, sino que será el amor cristiano”, subrayó.

Calvo resaltó finalmente que “la opción preferencial por los pobres que pretende hacer la Teología de la Liberación es en realidad la opción misma de la Iglesia (que no es exclusiva ni excluyente) por lo que no hace falta, para decirlo llanamente, recurrir a las ideologías (ni marxista ni liberal) para defender, promover y amar al hombre”.