El “ciberapóstol de la Eucaristía” Carlo Acutis, que será canonizado por el Papa Francisco el próximo mes de abril en Roma, da nombre a la nueva capilla de adoración eucarística en la parroquia San Pedro y San Pablo de Coslada, en la Diócesis de Alcalá de Henares (España).

El prelado residencial de la diócesis complutense, Mons. Antonio Prieto, será el encargado de bendecir el nuevo espacio el lugar el próximo sábado 30 de noviembre.

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La nueva capilla estará abierta al culto desde el próximo 1 de diciembre, y quedará abierta todos los días del año, desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde, de lunes a viernes y desde la misma hora hasta las cinco de la tarde, los sábados y domingos.

Una “revolución espiritual” para la diócesis

En una nota difundida por el Obispado de Alcalá de Henares, el párroco de San Pedro y San Pablo, César Alzola García, señala que "para la parroquia significa algo muy grande”, pero no sólo para ella.

“Supone una revolución espiritual para Coslada y San Fernando de Henares, porque también vienen de otras parroquias a adorar al Señor. Poner a Cristo en el centro de la vida de la Iglesia es fundamental para que pueda ocurrir esa renovación tan deseada de los corazones de las personas. Con este deseo comenzamos y creo que va a ser una bendición completa".

La parroquia ha puesto a disposición de los feligreses un formulario en su sitio web para comprometer una hora de adoración eucarística a la semana o proponerse para sustituir en caso de que algún turno quede sin cubrir de forma repentina.

Quién fue Carlo Acutis

Carlo Acutis fue beatificado en el año 2020 en Asís y será proclamado santo durante el Jubileo de los Adolescentes el próximo 27 de abril en la Plaza de San Pedro.

Nacido en mayo de 1991 en Londres, donde se encontraban sus padres, Andrea y Antonia, por motivos laborales, a los pocos meses su familia se trasladó a Milán. Llegado a su adolescencia, fue diagnosticado de leucemia y falleció en 2006, a los 15 años.

Fue enterrado en Asís por su expreso deseo, impulsado por su devoción hacia San Francisco. Su cuerpo puede ser venerado en una tumba transparente y su corazón se conserva en un relicario en la Basílica de San Francisco de Asís.

Aficionado a la programación informática, dedicó gran parte de su corta vida a documentar los milagros eucarísticos y las apariciones marianas. Su devoción acercó a sus padres a la fe.

Según ha narrado Antonia Salzano, madre del futuro santo, Carlo tuvo una visión mística en la que la Virgen de Fátima le pidió que se consagrara a su inmaculado Corazón y al Sagrado Corazón de Jesús.

El milagro que se le atribuye es la curación de una joven de 21 años nacida en Costa Rica y de nombre Valeria Valverde.