Este domingo, en la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo, el Papa Francisco ofreció tres claves para que los jóvenes enfrenten con esperanza y coraje los desafíos y dificultades de la vida.
La reunión incluyó la celebración diocesana anual de la Jornada Mundial de la Juventud y contó con la entrega de los símbolos de los peregrinos (la Cruz de la JMJ, y el icono de María, conocido como Salus Populi Romani) de los jóvenes portugueses a sus homólogos coreanos, que serán los anfitriones de la JMJ en Seúl en 2027.
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En su homilía, el Santo Padre invitó a las nuevas generaciones a tener en cuenta tres aspectos clave: superar las acusaciones, no buscar consensos vacíos y permanecer siempre en la verdad.
1. No tener miedo a las acusaciones ni condenas del mundo
El Papa Francisco comenzó su reflexión evocando el juicio de Jesús ante Pilato, “quien lo interroga como representante del Imperio Romano”. Cristo, explicó el Santo Padre, enfrentó las acusaciones con firmeza y serenidad, permaneciendo fiel a la verdad “que ha anunciado, hasta llegar al sacrificio de su propia vida”.
Dirigiéndose directamente a los jóvenes, Francisco señaló que “quizás a veces también a ustedes les pueda suceder de ser puestos ‘bajo acusación’ por el hecho de seguir a Jesús”. En ambientes como la escuela o el trabajo, puede haber quienes intenten desanimarlos o “hacerles sentir fracasados porque se mantienen fieles al Evangelio y a sus valores”. Ante estas situaciones, el Papa animó: “No tengan miedo de las ‘condenas’ del mundo. ¡Sigan amando!”.
El Santo Padre aseguró que, aunque las críticas y acusaciones falsas pueden ser dolorosas, con el tiempo “caen, y los valores superficiales que las sostienen se revelan por lo que son: ilusiones”. Lo que realmente permanece, insistió, “son las obras del amor. Esto es lo que queda y lo que embellece la vida”.
2. Liberarse del afán de consensos
El Papa Francisco destacó cómo Jesús afirmó: “Mi realeza no es de este mundo” (Jn 18,36), dejando claro que su misión no buscaba apoyo político o reconocimiento superficial. “Jesús rechaza toda lógica de poder. ¡Es libre de todo esto!”, subrayó el Pontífice, e invitó a los jóvenes a seguir su ejemplo y no sucumbir al “afán —hoy tan difundido— de obtener reconocimiento, aprobación y elogio”.
El Papa fue contundente al señalar los riesgos de buscar consensos vacíos: “Quien se deja llevar por estas fijaciones, termina viviendo en la angustia”. En cambio, los animó a no conformarse con ser “estrellas por un día”, ya sea en redes sociales o en cualquier ámbito público.
“El cielo en el que están llamados a brillar es más grande: es el cielo de Dios, donde el amor infinito del Padre se refleja en nuestras innumerables y pequeñas luces: en el afecto fiel de los esposos, en la alegría inocente de los niños, en el entusiasmo de los jóvenes, en el cuidado de los ancianos, en la generosidad de los consagrados, en la caridad hacia los pobres, en la honestidad del trabajo”, explicó.
Francisco advirtió además sobre las falsas promesas: “No se dejen engañar por quienes, engatusándolos con vanas promesas, en realidad quieren manipularlos”. Para el Santo Padre, lo que salva y da sentido a la vida no son los consensos, sino “la gratuidad del amor”.
3. Dar testimonio de la verdad
El Papa cerró su mensaje con una invitación clara: testimoniar la verdad en el amor. “Cristo vino al mundo ‘para dar testimonio de la verdad’ (Jn 18,37), y lo hizo enseñándonos a amar a Dios y a los hermanos”, recordó. Según Francisco, en el amor “es donde encuentra luz y sentido nuestra existencia”.
Tomando las palabras del Beato Pier Giorgio Frassati, recordó que “ya no se vive, sino que se ‘va tirando’” cuando no se tiene una misión de verdad y amor en la vida. En cambio, el testimonio cristiano, arraigado en el sacrificio de Cristo, nos enseña que “sólo en el amor podemos también nosotros vivir, crecer y florecer en nuestra plena dignidad”.
El Papa aseguró que, aunque el mundo puede parecer desbordado por el mal, “no es verdad que los acontecimientos del mundo se 'le han ido de las manos' a Dios”. Cristo, Rey del Universo, nos acompaña y “corrigiéndonos cuando caemos, nunca deja de amarnos y, si se lo permitimos, no deja de levantarnos”.
Un mensaje de esperanza
El Papa concluyó recordando el lema de esta Jornada Mundial de la Juventud: "Los que esperan en el Señor caminan sin cansarse" (cf. Is 40,31), e invitó a los jóvenes a mantener la mirada fija en Jesús y en la Virgen María. “Aun en las dificultades, encontraremos la fuerza de seguir adelante, sin temer las acusaciones, sin necesidad de consensos, felices de ser testigos de la verdad, en el amor”.