Unos 2,7 millones de uruguayos acuden este domingo a las urnas para decidir a su futuro presidente en la segunda vuelta electoral. Los candidatos son Yamandú Orsi, del Frente Amplio Progresista; y Álvaro Delgado, del Partido Nacional, fuerza política a la que pertenece el actual presidente, Luis Lacalle Pou.
En la primera vuelta, celebrada el domingo 27 de octubre, Orsi fue el más votado con el 43,85%, pero no alcanzó la mayoría absoluta requerida (el 50%+1 de los votos), por lo que se necesitó el ballotage, en el que se enfrenta a una coalición formada por los demás partidos, con el oficialista Delgado como referente, quien en la primera vuelta obtuvo el 26,82%.
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¿Qué proponen los candidatos?
En el caso de Yamandú Orsi, sus 48 propuestas de gobierno se basan en tres ejes principales: economía, protección social y seguridad pública.
El candidato presidencial por el Frente Amplio en Uruguay refleja su enfoque sobre el cuidado de la vida en propuestas de inclusión, justicia social y derechos humanos. Propone subsidios económicos a la educación inicial y primaria; e incrementar el monto de tarjetas alimentarias y bonos para familias de bajos ingresos.
Plantea también la creación del Plan Primera Vivienda, que busca facilitar el acceso al crédito hipotecario; la implementación de viviendas colectivas para adultos mayores; y simplificación de trámites a las cooperativas de vivienda.
El Frente Amplio se ha manifestado históricamente a favor de políticas de género, como la ley de matrimonio igualitario y la despenalización del aborto. En su caso particular, Orsi tiene un discurso más general, centrado en la inclusión y la justicia social. Otro de los puntos planteados con fuerza en su plataforma es la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.
Álvaro Delgado, por su parte, presenta propuestas vinculadas a políticas sociales, con un enfoque general orientado hacia el desarrollo social y económico.
En cuanto a la familia y la vida digna, el candidato del Partido Nacional propone reforzar las políticas de salud, educación y vivienda. También promueve la inclusión y el apoyo a las familias más necesitadas.
Una de las preocupaciones que el candidato expone en su programa de gobierno es el hecho de que “la población uruguaya se achica y envejece”. Ante el descenso en la cantidad de nacimientos —en el año 2023 se registraron un total de 31.381—, propone “la protección de la maternidad” por medio de iniciativas destinadas a favorecer los derechos, la salud, y la seguridad económica de las mujeres y de sus familias.
También está en su horizonte de gobierno el impulso a la “igualdad de género”, entendida como “que las mujeres y los hombres se encuentren en igualdad de condiciones para
ejercer plenamente su potencial en todos los aspectos de la vida”.
El aborto y la eutanasia
La despenalización del aborto en Uruguay se aprobó en 2012, el tercer país de Latinoamérica en adoptar una medida de este tipo.
Desde entonces, la cifra de abortos en el país ha aumentado, excepto en 2019 y 2020 en los que se registró una baja. En 2023 se registró la cifra más alta (10.898 abortos), y en la década 2013-2023 se acumularon 106.000 casos, según recoge El País. Ninguno de los dos candidatos a presidente se ha pronunciado puntualmente sobre el tema.
En el caso de la eutanasia, tras ser aprobado el proyecto en la Cámara de Diputados en 2023, su tratamiento se frenó en julio de 2024 en el Senado, ya que el oficialismo votó en contra de una moción del Frente Amplio que pretendía tratarlo en la Cámara con carácter “grave y urgente”.
Orsi se mostró sorprendido al respecto: “Pensé que esto iba a salir, pero no quiero hablar sin estar informado”, dijo a Telenoche Uruguay.
El vínculo de los candidatos con la Iglesia Católica
Uruguay es un país laico desde la Constitución de 1918, donde se explicita que como nación no profesa ninguna religión. Allí no se celebran de manera oficial la Navidad ni la Semana Santa. Según el último informe de la Corporación Latinobarómetro 2023, dentro de la región, Uruguay es el país con el porcentaje más bajo de católicos (36,5% en 2023) y el menos religioso (el 47,2% no profesa ninguna religión).
En cuanto a la pertenencia religiosa de cada uno de los candidatos, Yamandú Orsi fue educado católico pero hoy se declara agnóstico. En una entrevista con el periodista argentino Alejandro Fantino dijo: “Soy muy respetuoso, la verdad, yo he aprendido a valorar muchísimo, con el tiempo, el peso y el valor que tiene la creencia o el mundo de la religión”, dijo.
“Soy de los que piensa que algo hay… Yo fui monaguillo, me acuerdo las oraciones, todas. Iba con mi vieja. Tengo mucho, no sólo respeto, sino con el tiempo entrás a valorar que hay una parte en el ser humano que desde la política o desde la filosofía [...] no hemos sabido dimensionar”.
En la otra vereda, Delgado ha admitido ir “a misa de vez en cuando. Era más asiduo antes. A veces, voy con la familia los domingos. También rezo solo antes de dormir. Es más un vínculo personal, de agradecer que de pedir”, recoge el portal Búsqueda.
En los últimos meses, los candidatos tuvieron diálogos con la Iglesia local a través del Arzobispo de Montevideo y Primado del Uruguay, Cardenal Daniel Sturla.
Tras el encuentro con el purpurado, Álvaro Delgado destacó la “vocación de servicio con la comunidad” que posee la Iglesia Católica, “más allá de la fe, de la vocación cristiana y católica”, puntualizando el trabajo en las áreas educativa y social, con madres en situación vulnerable y personas privadas de la libertad.
“Yo creo que el Estado en muchos lugares tiene que estar presente, no necesariamente ejecutando: muchas veces tiene que tercerizar y sobre todo en instituciones que tienen mucha experiencia, mucha vocación, y que —además del compromiso y el expertis—- le ponen algo que es intransferible, que es amor”, expresó.
Al respecto, el Cardenal Sturla compartió: “Los problemas son comunes, y lo que nosotros planteábamos también es cómo la Iglesia es un buen socio del Estado, en el sentido que en tantos aspectos la Iglesia desarrolla una tarea fundamental: en el tema educativo, en el tema social, en el tema del cuidado de la gente más vulnerable, experiencias muy positivas en adicciones… entonces ahí se ve cómo realmente se colabora y se puede colaborar más aún”
A su turno, Yamandú Orsi afirmó que desde su espacio comparten “100% las preocupaciones centrales de la Iglesia” porque son “parte esencial de la vida del Uruguay”. La Iglesia Católica, señaló, “está en los mismos barrios donde se mueve nuestra gente”.
“Infancia, adicciones, rehabilitación, la situación de las madres jefas de hogar —enumeró— son las mismas preocupaciones”, dijo, planteando “la necesidad de una articulación real” en el marco de una sociedad que “tiende a fragmentarse” y se produce “el distanciamiento entre el Estado y algunos actores centrales”.
El Cardenal Sturla señaló que desde la Iglesia llevaron a los candidatos “los planteos de situaciones que nos preocupan a los uruguayos y que preocupan a la Iglesia en el tema educativo, en el tema adicciones, pastoral carcelaria, el tema de la familia, la vida, la defensa de la vida y de la mujer, la mujer vulnerable”, y valoraron el servicio de la política como instrumento para el bien común.