El Vaticano no estaba celebrando junto al árbol de Navidad el jueves luego de que una pícea de Noruega de casi 29 metros, proveniente del norte de Italia, se viera envuelto en una controversia.

Una petición en línea publicada en change.org a mediados de octubre obtuvo más de 53.000 firmas en protesta por la tala del árbol, argumentando que contradice la promoción del Papa Francisco de la protección del medio ambiente.

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A pesar de la oposición a su eliminación, el árbol llegó como estaba previsto a la Plaza de San Pedro a las 7:00 a.m. del 21 de noviembre, pero quedó misteriosamente tendido en la plataforma del camión mucho después del atardecer. Al momento de la publicación, el árbol todavía no ha sido colocado en su base.

La carta abierta de la petición al Papa Francisco y a los funcionarios del Vaticano y de Italia lamentaba la “práctica exclusivamente consumista de usar árboles vivos para un uso efímero, con meros fines publicitarios y algunos selfies ridículos”.

La petición llamó la atención sobre los escritos del Papa sobre el cuidado de la creación y la importancia de tener respeto por la naturaleza.

A pesar de la oposición a su retirada, el árbol de Navidad del Vaticano llegó según lo previsto a la Plaza de San Pedro a las 7:00 a.m. del 21 de noviembre de 2024, pero lo dejaron misteriosamente en la plataforma del camión mucho después del atardecer. Crédito: Daniel Ibañez / EWTN News.
A pesar de la oposición a su retirada, el árbol de Navidad del Vaticano llegó según lo previsto a la Plaza de San Pedro a las 7:00 a.m. del 21 de noviembre de 2024, pero lo dejaron misteriosamente en la plataforma del camión mucho después del atardecer. Crédito: Daniel Ibañez / EWTN News.

La carta, redactada por la asociación de protección de la vida salvaje Bearsandothers, también argumentó que el árbol de Navidad es una tradición pagana que no tiene nada que ver con el nacimiento de Cristo.

Los firmantes también expresaron su oposición a los gastos estimados en 60.000 euros (unos 63.000 dólares) en los que incurrió la ciudad de Ledro, en el norte de Italia, que donó la principal pícea de Noruega y unos 40 árboles más al Vaticano.

“Estamos pidiendo su ayuda”, decía la carta, “para enviar un fuerte mensaje de reflexión sobre la importancia de valorar y respetar el papel del mundo vegetal en la era antropocéntrica de anomalías climáticas cada vez más dramáticas”.

El Vaticano dijo en un comunicado de prensa de septiembre que el árbol de casi 30 metros para la Plaza de San Pedro fue seleccionado “con respeto a la sostenibilidad”. Los árboles elegidos son árboles más maduros, señaló, argumentando que su eliminación está en línea con el reemplazo natural.

El árbol procede de la pequeña ciudad de Ledro, cercana al lago de Garda y al lago Ledro, en una de las provincias más septentrionales de Italia.

En los edificios de la Ciudad del Vaticano también se expondrán árboles más pequeños de la misma zona, decorados por los ciudadanos de Ledro y de otras ciudades de Italia, Alemania y la República Checa.

Según una reciente costumbre del Vaticano, el árbol de Navidad y un gran belén colocado a su lado permanecerán en la Plaza de San Pedro hasta el 12 de enero de 2025, festividad del Bautismo del Señor.

La ceremonia de encendido del árbol y la inauguración del belén están previstas para el 7 de diciembre.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.