Los defensores provida planean impulsar reformas legislativas y políticas a nivel federal y estatal sobre el aborto cuando el Congreso de los Estados Unidos y muchas legislaturas estatales entren en sesión en enero de 2025.
Muchos planes apuntan a regular el fármaco abortivo mifepristona, que se utiliza en abortos químicos. Según el Instituto Guttmacher, un grupo de políticas a favor del aborto, los abortos químicos representaron el 63% de todos los abortos en 2023, lo que significa un aumento de 10 puntos porcentuales con respecto a 2020 y más del doble de lo que era en 2014.
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Otras iniciativas incluirán la reversión de las políticas de aborto de la administración del presidente Joe Biden, el apoyo a la protección de la conciencia de los médicos y hospitales que se oponen al aborto y el respaldo a una ley federal que restrinja el aborto a partir de un determinado momento del embarazo. Actualmente no existe un límite federal para el aborto, y nueve estados permiten el aborto electivo por cualquier motivo hasta el noveno mes de embarazo, hasta el momento del nacimiento.
La política sobre el aborto se ha convertido en una batalla importante en los últimos dos años y medio después de que la Corte Suprema de Estados Unidos anulara Roe v. Wade. Con esta decisión, los estados y el gobierno federal pueden restringir el aborto. Más de 20 estados adoptaron leyes para restringir el aborto y proteger la vida, pero los activistas a favor del aborto se opusieron en varios estados a través del proceso de referéndum.
El presidente electo Donald Trump le dará al movimiento un poder ejecutivo más favorable a su causa. Sin embargo, también ha cambiado su postura sobre el aborto en los últimos años: rechazó la prohibición de los medicamentos químicos para abortar y prometió vetar una ley federal que prohibiera los abortos, en lugar de favorecer un enfoque estado por estado.
Los esfuerzos a favor de la vida se complican aún más por los votantes que apoyan a candidatos republicanos pero que también quieren que el aborto siga siendo legal. Por ejemplo, en 2024, los votantes de Montana, Missouri, Arizona y Nevada votaron para elegir a Trump, pero también votaron a favor de iniciativas electorales pro-aborto.
El esfuerzo por regular los medicamentos abortivos
Students for Life of America (SFLA) dio a conocer su hoja de ruta “Make America Pro-Life Again” (Hacer a Estados Unidos provida de nuevo), que hace de las píldoras abortivas químicas el enfoque principal. La organización ve oportunidades para regular y restringir esos medicamentos, incluso en los estados donde los votantes han consagrado el derecho legal al aborto en sus constituciones estatales.
La presidenta de SFLA, Kristan Hawkins, dijo a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que “hay mucho que se puede hacer” en los estados que tienen un derecho constitucional al aborto, y señaló que el derecho al aborto “no significa que se deban permitir todos los tipos de aborto”.
Por ejemplo, Hawkins dijo que los estados podrían seguir una nueva ley en Luisiana para clasificar la mifepristona y el misoprostol, dos medicamentos utilizados para los abortos químicos, como sustancias controladas.
También señaló los esfuerzos estatales y federales para aprobar una legislación que regule la eliminación de los restos humanos del niño por nacer expulsado del cuerpo después de tomar píldoras abortivas químicas. Dijo que los restos comúnmente se arrojan a las vías fluviales estadounidenses, lo que contamina el suministro de agua.
Otras medidas a nivel estatal incluyen prohibiciones sobre la venta, fabricación y distribución de píldoras abortivas químicas dentro de un estado. Tal medida fue aprobada con éxito en Wyoming, pero fue bloqueada temporalmente por un juez. Otra ruta sería imponer responsabilidades civiles y penales a los abortistas que envían medicamentos abortivos a su estado.
A nivel federal, Hawkins sugirió la aplicación de la Ley Comstock, que prohíbe la entrega de productos “obscenos” y “viles” por correo, incluyendo cualquier cosa diseñada para producir un aborto. La ley se adoptó por primera vez en 1873, pero se actualizó en la década de 1990.
Durante la campaña de Trump, el presidente electo dijo que no aplicaría la Ley Comstock para evitar la entrega por correo de medicamentos abortivos y dijo que el aborto químico “va a estar disponible” durante su presidencia. Hawkins dijo que si Trump “quiere ser el presidente de la ley y el orden”, debe hacer cumplir la ley tal como está escrita.
Otros esfuerzos federales se centrarían en emitir regulaciones a través de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Revertir las políticas de Biden
A nivel federal, los defensores de la vida esperan trabajar con Trump para revertir algunas de las políticas de Biden.
“Estamos muy enfocados en alentar a la administración Trump a deshacer todo el daño [de] la administración Biden”, dijo a CNA Kelsey Pritchard, directora de asuntos públicos estatales de Susan B. Anthony Pro-Life America.
Las políticas de Biden incluyen fondos federales para el aborto en el extranjero, una política del Departamento de Defensa de Estados Unidos para financiar los costos de viaje para el aborto para los miembros del servicio y sus familias, y el enjuiciamiento de manifestantes provida acusados de violar la Ley de Libertad de Acceso a las Entradas a las Clínicas (FACE, por sus siglas en inglés).
Hawkins también se refirió a la “militarización del gobierno contra los estadounidenses que están a favor de la vida”, en referencia a las recientes condenas de la Ley FACE. Criticó al Departamento de Justicia de Estados Unidos por su duro procesamiento de manifestantes pacíficos y su fracaso en procesar a más personas que han atacado centros de embarazo provida.
Perdonar a los “guerreros de oración provida”, como Hawkins se refirió a ellos, debería ser una prioridad en su primer día en el cargo, dijo. Trump ha dicho que si es elegido, hará que esos manifestantes “regresen con sus familias”.
Durante su campaña, Trump dio señales de estar dispuesto a revertir otros elementos de la agenda de Biden en materia de aborto. Le dijo a EWTN News que estudiaría la posibilidad de restablecer la Política de la Ciudad de México, que prohíbe que los contribuyentes financien organizaciones extranjeras que brinden servicios de aborto.
“Vamos a analizarla muy bien y con seriedad”, dijo Trump, sin comprometerse a restablecer la Política de la Ciudad de México. El presidente electo la restableció durante su primer mandato.
Hawkins dijo que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos también debe asegurarse de que se respete la libertad de fe y conciencia de los hospitales católicos y decirles que no serán “amenazados y obligados a cometer abortos como lo está haciendo actualmente el estado de California con los hospitales católicos allí”.
Restricciones al aborto y apoyo de los republicanos
Los defensores de la vida aún aspiran a lograr la aprobación en el Congreso de restricciones federales al aborto, un objetivo que será difícil de alcanzar dada la estrecha mayoría republicana en la Cámara de Representantes y el umbral de 60 votos del Senado para la mayoría de los proyectos de ley.
“Necesitamos algún tipo de estándar mínimo nacional en lo que respecta al aborto porque somos uno de los ocho países en el mundo que permite el aborto en cualquier momento”, dijo Pritchard, y agregó que muchos estadounidenses están abiertos a restringir la mayoría de los abortos a las 15 semanas.
“Eso es algo que no se va a lograr de la noche a la mañana”, dijo.
Hawkins calificó la posición de Trump de que el aborto debe seguir siendo un asunto de Estado una “visión miope”, pero que cree que “podemos trabajar con él en eso”.
Pritchard agregó que el movimiento provida necesita un mayor apoyo de los republicanos e hizo referencia a la campaña del gobernador Ron DeSantis contra el referéndum sobre el aborto en Florida, que por poco no alcanzó el umbral del 60% necesario para la adopción.
“Necesitamos que más republicanos hagan eso”, dijo Pritchard. “Los demócratas están muy lejos de estar en sintonía con el pueblo estadounidense”.
Aunque la enmienda no alcanzó el umbral del 60%, el 57% votó a favor. Sin embargo, el movimiento provida triunfó en referendos en otros dos estados. En Nebraska, los votantes apoyaron una iniciativa electoral para restringir el aborto a las 12 semanas y en Dakota del Sur, los votantes rechazaron una iniciativa para consagrar el derecho al aborto en la constitución del estado.
Pritchard señaló que los demócratas gastaron gran parte de su dinero publicando anuncios sobre el aborto, pero aun así perdieron la Casa Blanca, el Senado y la Cámara de Representantes, lo que demuestra que “el aborto no es la bala de plata que los demócratas creían que era”.
“Sólo podemos ganar en estados donde el [Partido Republicano] esté dispuesto a ser audaz en cuanto a lo que estas medidas realmente hacen”, dijo Pritchard.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.