El Papa Juan Pablo II señaló esta mañana que “la historia es conducida a través de la obra eficaz de Dios, a pesar de las tempestades, las laceraciones, las devastaciones producidas por el mal, por el ser humano y Satanás”.
El Santo Padre dedicó su catequesis en la audiencia general de hoy, celebrada en la Plaza de San Pedro, a reflexionar sobre el Cántico del capítulo 19 del libro del Apocalipsis, "Las bodas del Cordero".
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Ante unas diez mil personas, el Pontífice explicó que este cántico "está acompasado por el 'Aleluya', término de origen hebreo que significa 'alabad al Señor'. La Iglesia en la tierra armoniza su canto de alabanza con el de los justos que ya contemplan la gloria de Dios. De este modo se establece un canal de comunicación entre historia y eternidad".
El Santo Padre señaló que otro tema de este himno "es típico del libro del Apocalipsis y de su simbología: 'Han llegado las bodas del Cordero y se ha engalanado su esposa'".
Es el "encuentro nupcial entre el Cordero, que es Cristo y la esposa purificada y transfigurada, que es la humanidad redimida. La expresión 'han llegado las bodas del Cordero' se refiere al momento supremo de la intimidad entre el Creador y la criatura, en la alegría y en la paz de la salvación".
Al final de la audiencia, el Papa recordó que hoy es la fiesta de la Virgen de los Dolores, "que permaneció con fe ante la Cruz de Jesús. Mi deseo es que podáis encontrar en Ella consuelo y apoyo para superar todos los obstáculos en vuestra existencia cotidiana".
Juan Pablo II llegó al Vaticano en helicóptero desde su residencia veraniega de Castelgandolfo, ubicada 25 kilómetros al sur de Roma, para ofrecer la habitual audiencia general de los miércoles.