A pie, en bicicleta e incluso a caballo, una multitud de peregrinos llega cada día a la tumba de San Pedro en el Vaticano, la meta de un recorrido emprendido por muchos como un acto de fe.
Existen diversas rutas que los peregrinos pueden tomar en su travesía hasta Roma, y una de las más emblemáticas es la Romea Strata, un histórico camino que ha guiado a los viajeros desde Europa Central y Oriental hasta Roma.
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Antes de convertirse en una ruta de peregrinaje, este itinerario se utilizaba para múltiples fines, incluido el comercial, y fue transitada por personajes históricos como Copérnico, Kepler y Galileo Galilei, así como otras figuras que difundieron el cristianismo.
Con motivo del Año Jubilar 2025, la experiencia al llegar a la Ciudad Eterna tomará un nuevo rumbo gracias a que la última etapa del viaje se ha reorganizado por completo con la recuperación de un tramo ferroviario en desuso y un servicio de acogida permanente a la entrada en la Basílica.
Roma se prepara para recibir a más de treinta millones de peregrinos provenientes de todo el mundo durante el Año Jubilar. Pero, ¿qué pasos deben seguir los peregrinos al llegar a la Ciudad Eterna? El proyecto Romea Strata tiene la respuesta.
Voluntarios acompañarán a los peregrinos
En primer lugar, aquellos que deseen culminar su peregrinaje en la tumba del primer apóstol podrán dirigirse al servicio de acogida y acompañamiento situado en uno de los laterales de la Basílica, junto a la escultura de los “Ángeles inconscientes”.
Allí, los voluntarios de esta iniciativa, promovida por la Fábrica de San Pedro y la Fundación Homo Viator - San Teobaldo de la Diócesis de Vicenza, guiarán a los peregrinos hacia un acceso exclusivo a la Basílica durante la celebración Misa diaria del peregrino, evitando así las largas filas de turistas.
Además, se ha implementado un sistema de digitalización y sistematización de los datos de los viajeros, y aquellos que hayan recorrido al menos 100 km podrán obtener el Testimonium, un certificado en pergamino con las imágenes de San Pedro y San Pablo.
Este servicio, iniciado el pasado mes de mayo, se mantendrá de forma permanente durante el Jubileo. Según la Fábrica de San Pedro, entre junio y octubre se emitieron 3.700 Testimonium.
Es el ejemplo del español Alberto Castello de Pereda, conocido como “peregrino por la paz”, que llegó a Roma a pie desde Jerusalén tras un largo y arduo viaje, dificultado aún más por el conflicto israelí-palestino. También destaca la historia de una pareja de Pisa (Italia) que llegó a la Plaza de San Pedro a caballo.
El cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica de San Pedro y presidente de la Fábrica de San Pedro señaló que esta “atención y cercanía les permite sentirse más acogidos y bienvenidos en este lugar único y querido por todos los fieles del mundo”.
“De este modo, se fomenta el recogimiento y el momento de interioridad que surge durante el silencio del largo camino de la fe”, destacó.
El nuevo recorrido
Una de las novedades más relevantes del proyecto es la modificación del último tramo del camino, que abandona la Via Trionfale hacia un nuevo recorrido más sencillo, seguro y agradable.
Este tramo, según precisó la Fábrica de San Pedro, permite una entrada inédita a la Basílica, mejorando de forma significativa la experiencia y ofreciendo una vista incomparable de la ciudad.
“Este nuevo acceso no solo mejorará la seguridad, sino que ofrecerá una experiencia única, permitiendo vivir intensamente la espiritualidad que caracteriza nuestro viaje hacia la nueva Jerusalén”, señaló el P. Raimondo Sinibaldi, presidente del proyecto Homo Viator.
La RFI (Red Ferroviaria Italiana) y el gobierno municipal de la ciudad están trabajando en la recuperación de un tramo ferroviario en desuso, incluyendo el túnel Monte Ciocci, cerrado desde hace casi una década. Este proyecto no sólo pretende realzar el paisaje, sino también crear una atmósfera adecuada para la llegada a San Pedro.
Pronto se anunciará la presentación de la nueva guía de la Romea Strata, que incluirá una descripción detallada de más de mil kilómetros del recorrido, destacando no sólo su relevancia histórica, sino también puntos de interés sociocultural y natural. Será una herramienta esencial para todos los peregrinos, ofreciendo detalles prácticos y narrativos.